El poema rinde homenaje a un maestro llamado Lucho Armijos, describiéndolo como sencillo y humilde pero efectivo en enseñar las materias básicas como ortografía, matemáticas y más, a pesar de usar métodos disciplinarios. El poema celebra el día del maestro recordando con cariño las lecciones y enseñanzas de este maestro inolvidable.