Abdel es un niño marroquí que duerme en las tumbas porque su padre Yashir está en la cárcel y su madre ha muerto. Yashir es perseguido por narcotraficantes hasta que decide escapar a España cruzando el Estrecho en una bodega con más de 40 personas, aunque sólo unos pocos logran escapar de la policía. A pesar de su inocencia, Yashir vuelve a la cárcel acusado de tráfico de drogas.