El documento presenta diferentes perspectivas sobre el aborto. Por un lado, la postura conservadora considera que el aborto debe estar prohibido desde la concepción porque el feto tiene derecho a vivir como ser indefenso. Por otro lado, la postura liberal argumenta que una célula no es una persona y que la sociedad y familia deben poder decidir, no el estado, sobre la interrupción del embarazo antes de los 180 días. El documento también plantea preguntas sobre quién debe asumir la obligación y responsabilidad sobre el aborto.