La ciudad de Atenas era una acrópolis griega que se caracterizaba por tener una forma irregular adaptada a la topografía del terreno, estar amurallada para protección y tener viviendas rectangulares. Las acrópolis griegas como Atenas generalmente se ubicaban en lugares altos del terreno y tenían patrones espaciales irregulares debido a su adaptación al terreno, con murallas para defensa y casas de forma rectangular.