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sexualidad
Siglo nuevo
10 • Sn
Acuerdos
en la cama
Todo cambia, hasta las cosas de la cama. Ahora es más fácil
hablar de orgasmos múltiples, de juguetes sexuales y también
de sexualidad abierta. La pareja de nuestros días sabe que
tiene derecho a disfrutar su vida sexual y exige resultados.
Por: Psicólogo-Sexólogo Silvestre Faya
Foto: Archivo Siglo Nuevo
Sn • 11
Siglo nuevo
“M
e topé a mi
comadre y
le hubieras
visto la cara que traía. A le-
guas se le notaba lo contenta
que estaba”, así empezó la
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Como pareja, tienen una rela-
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para pelearse y disminuirse
sexualmenteelunoalotro.Un
caso triste, pero muy común.
DISFRUTE A SU PAREJA
Existen diferentes condicio-
nes que le permiten a la pare-
ja disfrutar a plenitud su vida
íntima:
1.- Hable con su pareja. No
dé por sentado que su pareja
entiende lo que usted quiere
en la cama, pídaselo de ma-
nera directa. Recuerdo a una
joven mujer que se electriza
sexualmente cuando su es-
poso acaricia sus senos. Dice:
“esta caricia inmediatamente
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perimento un inmenso deseo,
mas si él no empieza así, en-
tonces me excito con mucha
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2.- Viva su propia sexuali-
dad. Todos en nuestra infan-
cia y juventud escuchamos
comentarios sobre nuestra
sexualidad futura. Es proba-
ble que nos amenazaran con
prejuicios o prohibiciones so-
bre lo que para nosotros e-
ra un tema que despertaba
nuestra curiosidad. Es muy
importante revisar nuestras
ideasrespectoacómovivimos
nuestra relación, pues con
frecuencia repetimos lo que
escuchamos de niños y recha-
zamos sin más las opciones
eróticas que tenemos. “Cuan-
do era una niña escuché a mi
abuela decir: las mujeres de-
centes no sienten, sólo las mu-
jeres de la calle lo disfrutan”.
No viva una sexualidad ajena;
pregúntese a sí mismo(a) si en
verdad usted no quiere o lo re-
chaza porque se lo dijeron de
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3.- El placer sexual de la
pareja es responsabilidad de
los dos. “Tú no me haces sen-
tir nada”, le dijo María a Juan,
como si fuera un escopetazo
en el rostro. “Pero cómo, si
nunca me has dicho nada”, se
quejó Juan. No se auto engañe:
su pareja no adivina lo que us-
ted siente; él o ella reacciona
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goce sexual.
La mujer requiere y necesi-
ta asumir su búsqueda perso-
nal de placer, y no solamente
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compañero que él conduzca el
momento íntimo, entonces el
resultado con frecuencia será
de insatisfacción sexual.
Una pareja sensible respe-
tará que la mujer en ocasiones
tome la iniciativa de lo que
quiere, en virtud de que son
dos los que van a disfrutarse.
Una pareja sensible no se es-
candaliza de que cada parte
del cuerpo sea una probabili-
dad de placer.
Recuerdo la película de
Penélope Cruz llamada Las
mujeres arriba, en la que su
compañerorechazabaqueella
asumiera el ritmo de la pene-
tración colocándose encima
de él. Muchos varones temen
que su pareja asuma este rol,
sienten que son “menos hom-
bres”. Esto es una total false-
dad. Si usted se dispone a go-
zar, es importante la libertad
de movimientos de ambos. No
se restringa, ni restringa a su
pareja.
4.- Llegue a un acuerdo ín-
timo. Las parejas que tienen
una vida sexual satisfactoria
refieren que una opción im-
portante es acordar un siste-
ma de señales para ubicar las
fuentes del placer. “Ahí”, “así”,
“con este ritmo”, “sigue”, “no
te precipites”, “sé paciente”:
éstas y otras expresiones ver-
balespuedensertraducidasal
lenguaje de señales que la pa-
reja construya para hacer de
su vida erótica algo que está
siempre en renovación. Si la
rutina llega a la cama, el has-
tío puede terminar con todo.
No deje que su vida íntima se
vuelva monótona y repetitiva,
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con una mentalidad abierta.
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ne sobre sus atributos físicos
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las personas experimentan
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gativo de nosotros o del otro.
Aprecie la disposición, la en-
trega, el cariño, el respeto y la
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y condúzcase en igual forma.
Recuerde la frase del más
famoso libro árabe del amor
El jardín perfumado, dice así:
“No busques en el jardín aje-
no lo que tienes en el propio”.
Ahí, con su pareja, está todo
lo necesario para alcanzar el
clímax sexual y la venturosa
sensación de una vida plena.
¡Recuérdelo! §
Correo-e: sexologosilvestrefaya
@hotmail.com
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  • 2. Sn • 11 Siglo nuevo “M e topé a mi comadre y le hubieras visto la cara que traía. A le- guas se le notaba lo contenta que estaba”, así empezó la plática Laura, esposa de Jorge, al llegar a su casa. Él cada no- che enfrenta con temor las pe- ticiones sexuales de su mujer. Como pareja, tienen una rela- ción de más de 10 años, y han sufrido una interrupción en el placer de la intimidad. Son frecuentes las recriminacio- nes por ambas partes cuando van a tener un encuentro a- moroso. Usan su recámara para pelearse y disminuirse sexualmenteelunoalotro.Un caso triste, pero muy común. DISFRUTE A SU PAREJA Existen diferentes condicio- nes que le permiten a la pare- ja disfrutar a plenitud su vida íntima: 1.- Hable con su pareja. No dé por sentado que su pareja entiende lo que usted quiere en la cama, pídaselo de ma- nera directa. Recuerdo a una joven mujer que se electriza sexualmente cuando su es- poso acaricia sus senos. Dice: “esta caricia inmediatamente se conecta con mi clítoris y ex- perimento un inmenso deseo, mas si él no empieza así, en- tonces me excito con mucha dificultad”. 2.- Viva su propia sexuali- dad. Todos en nuestra infan- cia y juventud escuchamos comentarios sobre nuestra sexualidad futura. Es proba- ble que nos amenazaran con prejuicios o prohibiciones so- bre lo que para nosotros e- ra un tema que despertaba nuestra curiosidad. Es muy importante revisar nuestras ideasrespectoacómovivimos nuestra relación, pues con frecuencia repetimos lo que escuchamos de niños y recha- zamos sin más las opciones eróticas que tenemos. “Cuan- do era una niña escuché a mi abuela decir: las mujeres de- centes no sienten, sólo las mu- jeres de la calle lo disfrutan”. No viva una sexualidad ajena; pregúntese a sí mismo(a) si en verdad usted no quiere o lo re- chaza porque se lo dijeron de niño(a). 3.- El placer sexual de la pareja es responsabilidad de los dos. “Tú no me haces sen- tir nada”, le dijo María a Juan, como si fuera un escopetazo en el rostro. “Pero cómo, si nunca me has dicho nada”, se quejó Juan. No se auto engañe: su pareja no adivina lo que us- ted siente; él o ella reacciona a lo que ve cuando percibe su goce sexual. La mujer requiere y necesi- ta asumir su búsqueda perso- nal de placer, y no solamente dejarse hacer. Si sólo deja a su compañero que él conduzca el momento íntimo, entonces el resultado con frecuencia será de insatisfacción sexual. Una pareja sensible respe- tará que la mujer en ocasiones
  • 3. tome la iniciativa de lo que quiere, en virtud de que son dos los que van a disfrutarse. Una pareja sensible no se es- candaliza de que cada parte del cuerpo sea una probabili- dad de placer. Recuerdo la película de Penélope Cruz llamada Las mujeres arriba, en la que su compañerorechazabaqueella asumiera el ritmo de la pene- tración colocándose encima de él. Muchos varones temen que su pareja asuma este rol, sienten que son “menos hom- bres”. Esto es una total false- dad. Si usted se dispone a go- zar, es importante la libertad de movimientos de ambos. No se restringa, ni restringa a su pareja. 4.- Llegue a un acuerdo ín- timo. Las parejas que tienen una vida sexual satisfactoria refieren que una opción im- portante es acordar un siste- ma de señales para ubicar las fuentes del placer. “Ahí”, “así”, “con este ritmo”, “sigue”, “no te precipites”, “sé paciente”: éstas y otras expresiones ver- balespuedensertraducidasal lenguaje de señales que la pa- reja construya para hacer de su vida erótica algo que está siempre en renovación. Si la rutina llega a la cama, el has- tío puede terminar con todo. No deje que su vida íntima se vuelva monótona y repetitiva, experimente constantemen- te y busque siempre lo nuevo con una mentalidad abierta. 5.- Valórese a sí mismo(a). El concepto que cada uno tie- ne sobre sus atributos físicos y la auto aceptación son defi- nitivasparalograrencuentros sexuales satisfactorios. Tener una mala imagen de nuestro cuerpo,odecómoexpresamos nuestro placer sexual, pueden llevar a la pareja a una rela- ción inhibida, disminuida, in- satisfactoria. La hostilidad que a veces las personas experimentan hacia su pareja -o hacia ellos mismos- les hace exigir por exigir. Necesitamos no caer en el extremo de sólo ver lo ne- gativo de nosotros o del otro. Aprecie la disposición, la en- trega, el cariño, el respeto y la pasiónquesuparejaleofrezca y condúzcase en igual forma. Recuerde la frase del más famoso libro árabe del amor El jardín perfumado, dice así: “No busques en el jardín aje- no lo que tienes en el propio”. Ahí, con su pareja, está todo lo necesario para alcanzar el clímax sexual y la venturosa sensación de una vida plena. ¡Recuérdelo! § Correo-e: sexologosilvestrefaya @hotmail.com Siglo nuevo 12 • Sn