En una aldea de 100 personas que representa proporcionalmente a la población mundial, 57 serían asiáticos, 21 europeos y 8 africanos. 6 personas poseerían el 59% de la riqueza y vivirían en condiciones infrahumanas. Solo 1 persona tendría una computadora y 1 estaría a punto de morir, mientras que 1 bebé nacería. Esto ilustra las desigualdades globales en términos de riqueza, salud y educación.