Si redujéramos la población mundial a una aldea de 100 personas, habría 59 asiáticos, 15 europeos, 13 del hemisferio occidental, 1 de Oceanía y 12 africanos. 6 personas poseerían el 59% de la riqueza y vivirían en condiciones infrahumanas. Solo 1 persona tendría acceso a una computadora y educación universitaria.