El documento habla sobre la importancia de llevar el evangelio a toda criatura como nos manda Jesús. Señala que para ser un misionero efectivo se debe estar libre de prejuicios raciales o sociales y haber experimentado personalmente el perdón de Dios. Finalmente, exhorta a los creyentes a activar su fe para cumplir con la gran comisión de predicar el evangelio en todo el mundo.