El hombre le dice a su futura esposa en un poema que estará feliz cuando se casen y puedan desayunar juntos, ir al trabajo y volver a cenar temprano sin gastar mucho dinero. Ella responde en otro poema que no sabe cocinar, que le gusta dormir y salir de compras con tarjetas de crédito caras, ir a conciertos y cenas costosas, y viajar. Le sugiere reconsiderar la boda ya que tienen estilos de vida diferentes.