Una mariposa entró tarde en un jardín sombrío y transformó el deprimente atardecer de verano en un amanecer milagroso. La mariposa se posó sedienta de miel y rocío en un rosal, pero ya se habían caído las últimas rosas con la primera ráfaga de frío. El autor, que caminaba hacia el poniente, sintió llegar maravillosamente una ilusión como esa mariposa; pero en su otoño de melancolía, mariposa de amor, llegaste muy tarde a su corazón.