Anaxímenes fue un filósofo griego del siglo VI a.C. que fue discípulo de Anaximandro. Sostuvo que el principio de todas las cosas es el aire y que los astros giran alrededor de la Tierra. Escribió sobre temas filosóficos y astronómicos e inventó un reloj de sol para medir el tiempo llamado sciothericon.
3. Biografía 1 Anaxímenes Milesio, hijo de Euristrato, fue discípulo de Anaximandro. Algunos dicen que lo fue también de Parménides. Dijo que «el principio de las cosas es el aire y el infinito». Y que «los astros no se mueven sobre la tierra, sino a su alrededor» (76). Escribió en dialecto jónico, y en un estilo sencillo y sin superfluidades. Apolodoro dice que nació en la Olimpíada LXIII (77), y murió cercano al tiempo en que Sardes fue tomada. Hubo otros dos Anaxímenes naturales de Lampsaco, el uno orador, y el otro historiador, hijo de una hermana del orador, que escribió los hechos de Alejandro. El filósofo escribió esta carta:
4. Obras Según menciona Plinio el Viejo en su Historia Natural (Libro II, Capítulo LXXVI) Anaxímenes fue el primero en analizar el cómputo geométrico de las sombras para medir las partes y divisiones del día, y diseñó para ello un Reloj de sol que denomina Sciothericon. Literalmente: Umbrarum hanc rationem et quam vocant gnomonicen invenit Anaximenes Milesius, Anaximandri, de quo diximius, discipulus, primusque horologium, quod appellant, Lacedaemone ostendit.
6. Frases "Así como nuestra alma, que es aire, nos mantiene unidos, de la misma manera el pneuma o aire envuelve al cosmos". Los astros no se mueven debajo de la tierra sino alrededor de ella “como gira un sombrero alrededor de nuestra cabeza”.
7. Pensamiento Me pareció muy bien que partieses de Samos a Crotona para vivir tranquilo; pues los hijos de Éaco y otros obran muy mal, y a los milesios nunca les faltan tiranos. No menos nos es temible el rey de Persia, si no queremos ser sus tributarios; bien que parece que los jonios saldrán a campaña con los persas por la libertad común. Si se efectúa la guerra, no me queda esperanza de salvarme. Porque, ¿cómo podrá Anaxímenes estar en observación de los cielos, si está temiendo de un momento a otro la muerte o el cautiverio? Tú eres estimado de los crotoniatas y demás italianos, sin que te falten también aficionados en Sicilia.»