La pareja Leland Stanford y su esposa visitaron la oficina del presidente de Harvard para donar un edificio en memoria de su hijo fallecido, pero la secretaria y el presidente los subestimaron por su apariencia humilde. Cuando el presidente se burló del costo de su donación, la pareja decidió establecer su propia universidad, la Universidad Stanford, la cual hoy en día es considerada mejor que Harvard.