La arquitectura contemporánea en México se caracteriza por el uso de materiales como concreto, madera, cristal y acero en muros, pisos y fachadas, así como por jugar con la iluminación natural, volúmenes y patios para generar interacción social. También se enfoca en la relación con el sitio, la calidad espacial y el aprovechamiento del clima para crear espacios al aire libre.