El documento argumenta que es difícil cambiar el mundo y elegir lo bueno debido a nuestros malos pensamientos y miedos. Señala que a menudo votamos por la corrupción en lugar de soluciones, y vendemos nuestros derechos por conveniencia. Sin embargo, concluye que el mundo podría mejorar si cada persona se transforma internamente primero con la ayuda de Dios.