Las tres cerditas construyeron casas de alfalfa, juncos y ortigas para protegerse del lobo y el oso que les robaban. La casa de alfalfa cayó cuando el oso la derribó, por lo que una cerdita se refugió en la casa de juncos. Al día siguiente, la osa robó el pintalabios y derribó también esa casa. Las cerditas llamaron entonces a la policía, que arrestó a los osos, permitiendo así a las cerditas vivir felices.