2. En un país muy lejano….. donde se junta el cielo
con la pradera, había un hermoso arcoiris, todas
las mañanas muy tempranito salía de la
inmensidad del cielo, para situarse sobre las hojas
y las flores de miles de colores. Allí esperaba que
sus amigos los conejos, vinieran saltando y
cantando con sus potes a recoger pintura de
colores -para pintar “Huevos de Pascua”.
-“Corre, rápido” grita la coneja Isa, ya está cerca
la Pascua, y nada que terminamos de pintar los
huevos.
-“Ya voy” le contesta el conejo Simón, -¿no ves
que toma tiempo tomarle fotos a las mariquitas y
a las hormiguitas para pegarlas en los huevos’? -y
tú…. mi querida Isa, ¿qué fotos has tomado?
3. -¿Yo?... -contesta la traviesa Isa. -Si adivinas te
las dejo ver.
-A ver.....mirando al cielo el conejito Simón , -
dice: -¿son mariposas de todos los colores?, -
¿Son fotos de pajaritos?
-No, -contesta la conejita Isa, a la vez que se ríe
maliciosamente. -Pues bien mi querido Simón, te
diré; -Son fotos de caballos-
-¿De Caballos? replica Simón, -¿por qué de
caballos?
-¡Ahh! Contesta la Conejita Isa, -pues míralos
muy bien. -Mira ese porte al andar y esa
elegancia para comer, hasta parece que se ríen de
medio lado. -Y cuando corren por las praderas
son fantásticos.
4. -Sí, dice Simón, son muy elegantes, -pero Isa, ¿sabes
por qué los caballos no pintan los huevos de Pascua?.
-En ese momento se acerca la conejita recién nacida
Mia. -Uf!!! -Que cansancio, casi no los alcanzo, -¿qué
hacen?
-Hola Mia, saludan Isa y Simón, -¿cómo nos
encontraste?
-Fue muy fácil, ustedes están dejando caer gotas de
colores de los potes que traen, -sólo seguí los colores, je,
je, ríe la conejita.
-OH! muy bien Mia. Atinan los conejitos, -entonces
vamos todos juntos hacia el arco iris que está en todo su
esplendor.
-Isa, pregunta el conejito Simón, -contéstame, -¿por
qué los caballos no pintan huevos de pascua?,
5. Sí, dice la conejita Mia, interesada en el tema. -Yo
también quiero saber…., -a mi me encantan los caballos, yo
tengo un potrico amigo que se llama “Juan”.
-Ah! Que bien…, -nos lo tienes que presentar, dice Simón.
–Bueno, dice la coneja Isa, -pongámonos claros, en cuanto
a los caballos que no pintan huevos de Pascua, es por que a
ellos no les fue encomendada esa tarea, ellos colaboran a los
conejos cuando estamos muy apurados o cansados
llevándonos en sus lomos, pues son muy amables y
serviciales. -Nostros los conejos somos muchos más en la
primavera, que los caballos…, -por eso se nos encomendó
esta tarea.
-¡Que bien!, dicen Mia y Simón.
6. -Los conejos somos los primeros en salir de nuestras
madrigueras después del frío invierno, y con nuestra
alegría y saltos, anunciamos a todos que la primavera ha
llegado, así, que las aves van dejando sus huevos en las
praderas para que nosotros los recolectemos y decoremos
hermosamente. Les enseñaba la tradicion la bella conejita
Isa.
-Sí….., yo ya quiero pintar!..... grita Mia, - yo quiero, sí,
sí….,
-Calma Mia, la contiene el conejito Simón. -Ya
aprenderás y nos ayudarás. Todos los años tendremos el
tan esperado tiempo de Pascua, y podrás correr por las
praderas y maravillarte con el Arco Iris.
7. -Y antes que la conejita Mia hiciera otra pregunta, le
dice la coneja Isa:
-Todo a su tiempo, ten paciencia.
-Cuando menos lo pensaban, ya se encontraban los
tres conejitos en el borde de la pradera , estaban
maravillados con la belleza del “arco Iris”. Los colores
eran muchísimos y de un inmenso brillo.
-¡Oh!, ..gritaban al unísono los hermosos conejitos, ¡que
explendor!..., ¡que maravilla!....,a la vez que la pequeña
conejita Mia, rodaba como un copo de algodón y fue a
parar a los pies del Arco Iris. La pequeñita aun no
controlaba bien sus patitas.
8. -El conejo Simón, tomando la vocería, saluda muy
cortesmente al Señor Arco Iris, -Buenos días Señor Arco
Iris, que deslumbrante está usted hoy!...
-Gracias…, Conejito Simón, es usted muy amable. -Hola
Conejita Isa, -y quién es esa pequeñita?. –Mia, un poco
inquieta, se esconde detrás de la conejita Isa, la cual la
calma diciéndole, -no temas Mia…, -es nuestro amigo el
Señor Arco iris, mira su hermoso arco y sus colores,
obsérvalo bien que está muy poco tiempo en un solo
lugar. -Salúdalo. La empuja suavemente la conejita Isa.
-¡Buenos días¡, Saluda dulcemente. -Es mi primera vez
en la pradera, -y usted es muy hermoso, Señor Arco iris,
a lo que se rieron todos, en especial el Señor Arco iris, y
sucedió el milagro….. nadie sabía que la risa hacía que el
Señor Arco Iris aumentara el caudal de colores y que sus
tonos fueran más intensos.
9. -El Señor Sol, al ver esta transformación, comenzó a
reír también, así que toda la pradera se volvió una
sinfonía de risas y colores.
-Rápidamente, la Conejita Isa tomó su recipiente y
comenzó a llenarlo de colores, y recomendó a todos
los demás conejitos -Simón!, -Mia!, rápido, llenen sus
recipientes y así lo hicieron.
-Gracias Señor Arco Iris, cantaron al mismo tiempo
los tres conejitos.
-Con mucho gusto, dice el Arco Iris y comenzó a
recoger su arco de colores y se difuminó en el cielo
azul.
-La conejita Mia comenzó a ponerse triste, pero
alegremente la conejita Isa le dice, -ven, -no te
pongas triste, que el Señor Arco Iris vendrá mañana
también.
10. Si, dice el conejo Simón, si se nos acaban
los colores, mañana volveremos.
-Así, salieron cantandando y corriendo los
tres conejitos, con sus recipientes llenos de
colores para su madriguera a
PINTAR LOS
HUEVOS DE
PASCUA.