2. Este histórico hotel de lujo, situado en un extremo de la isla de Giudecca, se encuentra a
14 minutos en autobús acuático de la plaza de San Marcos.
Las habitaciones son elegantes y tienen vistas al jardín o a la laguna, televisión de pantalla
plana y Wi-Fi gratis, así como soporte Dock para iPod y minibar; algunas tienen balcón o
cocina básica. Las suites incluyen, además, elegantes zona de descanso o salón, y vistas a
la piscina, obras de arte antiguas o terraza con bañera de hidromasaje. Servicio de
habitaciones disponible.
El hotel sirve un desayuno gratuito y ofrece traslados en barco por la zona, también de
cortesía. Hay un restaurante elegante, un restaurante a orillas del lago y un exclusivo bar,
además de una piscina exterior de tamaño olímpico, un spa y pistas de tenis. Está cerrado
de noviembre a marzo.
El Hotel Cipriani1 es un hotel en Venecia, en el norte de Italia. El 26 de mayo
de 1958 Giuseppe Cipriani, fundador del Bar de Harry en Venecia e inventor del cóctel
Bellini, abrió el Hotel Cipriani en la isla de Giudecca.
En 1976, los Hoteles Orient-Express fueron fundados con la compra del Hotel Cipriani en
Venecia, y comenzó como la división de ocio de Sea Containers Ltd y se incorporó
posteriormente como Orient-Express Hotels Ltd., una compañía con sede de Bermudas.
3. Mejor valorados
Popular entre parejas
Buen desayuno
Buena piscina
Buena ubicación
Gimnasio
Aparcamiento gratis
Buen servicio
DESTACADOS
6. El Belmond Hotel Cipriani está situado en la isla de Giudecca y ofrece vistas
impresionantes a la laguna de Venecia y al Palacio Ducal. Cuenta con una
gran piscina al aire libre, pista de tenis y lujosas instalaciones de bienestar.
El Belmond Hotel Cipriani, de 5 estrellas, tiene un diseño interior elegante y
tiene muchas zonas al aire libre para relajarse y disfrutar de las vistas.
Por las mañanas se sirve un desayuno buffet americano completo. El bar
ofrece bebidas y el restaurante a la carta, deliciosa cocina italiana. Otros
sitios para comer son el restaurante gourmet Oro, el Cip's Club, que cuenta
con una terraza de madera con vistas a San Marcos, y el restaurante
Porticciolo, ideal para un almuerzo ligero.
Las habitaciones y suites son amplias y cómodas y disponen de
comodidades como conexión WiFi gratuita, soporte para iPod y TV HD de
pantalla plana. Además, tienen vistas a la laguna o al jardín y el viñedo.
9. LUGARES DE INTERÉS CERCANOS
•Iglesia de San Giorgio Maggiore 0,3 km
•Cuenca San Marcos 0,4 km
•Basílica de Santa María della Salute 0,5
km
•Iglesia de Santa Maria della Salute 0,6 km
•Estación Salute 0,6 km
•Palacio Ducal 0,7 km
•Puente de los Suspiros 0,7 km
•Estación San Zaccaria 0,7 km
•Plaza de San Marcos 0,7 km
•Campanario de San Marcos 0,7 km
11. LUGARES DE INTERÉS MAS POPULARES
•Basílica de San Marcos 0,8 km
•La Fenice 0,9 km
•Puente de Rialto 1,2 km
•Scuola Grande di San Rocco 1,5 km
•Basílica dei Frari 1,5 km
•Ca' d'Oro 1,5 km
•Estación de tren Venecia Santa Lucia 2,1 km
•Museum M9 10,6 km
12. DATOS IMPORTANTES
Se cobrará un depósito de la tarjeta de crédito en concepto de
señal para formalizar la reserva. En época de temporada alta,
podría exigirse el pago íntegro de la estancia para formalizar la
reserva.
Tarjetas de Crédito Aceptadas:
Visa, MasterCard, American Express, Diner's ClubCheck-in:
3pm, Check-out:
12pm
13. RESEÑA
A pesar de que el hotel más famoso de Venecia no sea un palacio emblemático, ni tenga varios
cientos de años a sus espaldas, ni que tampoco se encuentre en la ciudad propiamente dicha, sino al
otro lado de la laguna en la isla de Giudecca, el Hotel Cipriani es sinónimo de Venecia, al igual que la
Plaza San Marcos. Esto se debe en parte al hecho de que su fundador, Giuseppe Cipriani, sea el
dueño del Harry’s Bar (1931), en donde Hemingway, F. Scott Fitzgerald, Noel Coward y Gertrude
Stein saciaron su sed. El Palazzo Vendramin fue una residencia aristócratica en el siglo XV y es parte
ahora del Hotel Cipriani. Tiene siete habitaciones de lujo y tres habitaciones dobles, servicio de
mayordomo particular, y vistas espectaculares de la Plaza de San Marcos al otro lado de la laguna.
Sin embargo, salvo la incorporación del Palazzo, pocas cosas han cambiado desde su inauguración
en 1958. Walter, el camarero, es casi parte del mobiliario y prepara los mejores Bellinis de la ciudad
(inventados por Cipriani). El desayuno es único; posiblemente el más romántico del mundo:
mozzarella fresca, zumo de naranja y café exprés de primera. Además, el servicio es realmente
impresionante; incluye un mayordomo particular que se le asigna al formalizar una reserva en el
Palazzo. Tiene detalles especiales como la lancha motora privada que no cesa su actividad hasta que
el último de los huéspedes pase por la recepción camino a su habitación a pasar la noche. Los
huéspedes del hotel son finos y sofisticados, van vestidos de punta en blanco, con gafas de sol y
baguettes de Fendi. La piscina que, por extraño que parezca, es la única de la ciudad, ha sido
elegida por Joan Collins como su favorita en el mundo. Se trata de una piscina de agua salada
climatizada, para nadar tanto en primavera como en otoño (de todos modos, ¿quién va a Venecia en
verano?) En los días más cálidos, el comer al lado de la piscina es muy agradable.
14. Las habitaciones -decoradas en esos típicos colores pálidos de Venecia- con cuartos de
baño pequeños, son de aspecto algo ajado y no son tan extraordinarias como las del
Palazzo, pero tienen ese especial encanto de clase y distinción. Podría por supuesto
quedarse en las nuevas suites del jardín Gerard Gallet que están equipadas con tecnología
punta y el máximo lujo, (como bañeras jacuzzi, televisores disimulados en mesas con
cubiertas de cristal), pero entonces se perdería parte de la experiencia. Porque el gran
atractivo del Cipriani está en su ambiente, no en sus servicios. Además, la decoración está
diseñada para que no le distraiga de las vistas, que son el punto principal del hotel.
Mientras otros hoteles dan al lago y a las islas, el Cipriani es el único en una situación
privilegiada en la Isla Giudecca, donde ofrece una panorámica espectacular de Venecia lo
que hace imposible no enamorarse de este lugar.
Aviso: Hotel Cipriani es un hotel de temporada y está abierta desde marzo a noviembre.
Hotel Criteria
95 Habitaciones
Estilo: Elegancia tradicional
Ambiente: Privado
16. El Belmond Hotel Cipriani se convirtió en un símbolo de Venecia, donde los personajes heroicos, las
historias cautivadoras y la felicidad son parte de su encanto. Ubicado en la punta de la isla Giudecca,
a solo cinco minutos de San Marcos, detalles de un ícono indiscutido de "La Serenissima“
A fines de la década de 1920, Giuseppe era el barman principal del Europa Hotel en Venecia. Un
estadounidense llamado Harry Pickering era un cliente habitual. Pickering, un día de 1930, salió del
hotel sin pagar su cuenta. Giuseppe lo hizo por él. Pasaron dos años antes de que Harry volviera,
esta vez con el dinero que debía y un extra de 5.000 dólares y le propuso a su compañero de barra
hacer un bar con él. Harry tenía la inteligencia de negocios y Giuseppe la de las bebidas. Se
hicieron socios.
Giuseppe abrió el pequeño bar en una tienda de cuerdas remodelada al final de la calle Vallaresso,
escondida cerca del Gran Canal. Lo llamó en honor a su nuevo compañero y colocó un
cartel: "Bienvenido a Harry's Bar Venice". Sin embargo, el éxito no fue veloz. Giuseppe gastó
demasiado dinero en publicidad que no atraía clientes, mientras Harry se bebía la mayoría de las
ganancias. Después de unos años, Pickering se desencantó y dejó solo a su socio.
Giuseppe apenas mantenía las puertas abiertas cuando estalló la Segunda Guerra Mundial.
Temeroso de que los soldados de Hitler confiscaran todo para lo que había trabajado, enterró
astutamente cientos de toneles de bebidas en la pequeña isla de Torcello en la laguna veneciana. Tal
como temía, los nazis requisaron el Harry's Bar pensando en abrir un club de oficiales que
permaneció en funciones entre 1941 y 1942. Giuseppe dedicó su tiempo fuera haciendo planes para
convertir el pequeño sitio de pesca que había comprado en Torcello en una casa de seis
habitaciones, posada y restaurante. Lo logró: la remota y serena Locanda Cipriani todavía opera.
Para 1946 contrató a quien se convertiría en jefe de la barra por más de 40 años: Ruggero Caumo.
Para 1948 el cartel cambió y apareció el nuevo: "Bienvenido a Harry's Bar Venice, el hogar de los
Bellini", gracias a trago inventado y servido por el propio dueño. Todo creció de manera estrepitosa.
17. Para 1956 el inquieto Cipriani decidió construir un refugio para los viajeros del jet set cerca de la
Plaza de San Marcos, pero lejos del bullicio de la ciudad. Era una época en que Italia aún celebraba
una dolce vita de posguerra, atrapada en películas como Vacaciones en Roma. Eligió una parcela de
algo más de una hectárea en la punta de la entonces abandonada isla Giudecca, y obtuvo fondos de
tres ricas hermanas Guinness.
Apenas dos años después de que comenzara el proyecto, los huéspedes glamorosos llegaban en
tropel. Célebres estadounidenses, nobles franceses, aristócratas ingleses, realeza europea, actores y
artistas de todo el mundo se sintieron atraídos por el ambiente relajado y privado, el excelente
servicio y las magníficas habitaciones decoradas con cristal de Murano y telas Fortuny. Giuseppe fue
muy práctico, recuerda su nieto Bonifacio Brass: "Fue amado por el personal y se preocupaba por
saludarlos todas las mañanas. Puso su corazón y su alma en hacer un lugar que fuera
verdaderamente lujoso. Él también era chef de pastelería y eligió que se sirviera un suntuoso
desayuno buffet con increíble pastelería. Fue meticuloso con los detalles". En la lista de invitados se
leen nombres como Yves Saint Laurent, Hubert de Givenchy, Vanessa Redgrave, Sophia Loren y
Catherine Deneuve.
A medida que el hotel se expandió, Giuseppe tuvo la idea de instalar una piscina. Cuando las
hermanas Guinness llegaron para analizar la idea, gritaron: "¡No aceptamos una piscina olímpica!"
"Pero eso es lo que decidimos con su arquitecto- respondió Giuseppe-: 25 por 50 metros." "¡No!
Dijimos 25 por 50 pies", replicaron. El gerente en ese momento, Enzo Cecconi, ahora de 81 años,
aclara el asunto. "La verdad es que mide exactamente 33 x 13,5 metros. Lo sé porque fui yo quien
dirigió el trabajo". La piscina titánica se ha convertido en una de las atracciones y lugares de
encuentro más exclusivos de Venecia.