2. • Rothgar, rey de los daneses, fue un guerrero bravo
y poderoso. Cuando murió su padre, el mismo
Rothgar colocó el cadáver en el navío real, al pie
del mástil, y lo vio adentrarse en el mar, camino de
su viaje eterno. Rothgar gobernó a su pueblo
generoso y valiente, por lo cual era admirado y
querido por todos sus vasallos.
• Y cumplió lo prometido. Construyo Heorot, el
palacio de los ciervos, el mayor de los edificios
para banquetes que jamás se vio en los reinos del
norte. Cuando las naves volvían victoriosas, los
bravos guerreros se reunían en Heorot con sus
3. • mujeres y se contaban sus aventuras, al tiempo
que comían y bebían en abundancia. Pero, una
noche mientras todos estaban durmiendo, la
suerte de los daneses cambió de forma trágica.
Grendel, el morador de los paramos, e ser nacido
en lodazales y criado en los pantanos, surgió de
las tinieblas de la noche y se deslizo hasta el
poblado con la misma velocidad y fuerza que el
viento del norte. La fortaleza de los daneses
estaba protegida por altas murallas, y en las
almenas había apostados atentos vigías.