La destrucción anual de bosques tropicales a través de talas y agricultura equivale al tamaño de Bélgica, amenazando la supervivencia de estos bosques y las miles de especies que habitan en ellos. La tala está eliminando muchas especies de forma alarmante e irremplazable. Se propone proteger los bosques restantes mediante el buen manejo para garantizar su productividad a largo plazo y conservar todos sus recursos como fauna, flora y agua.