La madre de Brittany Maynard critica a instituciones como el Vaticano por tratar de imponer sus creencias personales sobre la elección de su hija de someterse a la eutanasia para evitar un sufrimiento intenso por su cáncer terminal. Argumenta que etiquetar la decisión de Brittany como "reprochable" es inmoral e incorrecto, ya que esa palabra suele usarse para describir acciones mucho peores como las de Hitler o los pedófilos. Brittany trabajó por hacer del mundo un lugar mejor antes de su muerte.