El Burj Khalifa tiene 163 plantas y es el edificio más alto del mundo con 828 metros de altura. Su construcción requirió 330.000 metros cúbicos de concreto, 39.000 toneladas de acero, 103.000 metros cuadrados de vidrio y 22 millones de horas de trabajo. Los cimientos del edificio están compuestos por 192 pilares enterrados a más de 50 metros de profundidad y 45.000 metros cúbicos de concreto, con un peso total de 110.000 toneladas.