El documento describe la situación de las mujeres en Afganistán bajo el régimen talibán, incluyendo la prohibición de viajar solas, trabajar o recibir atención médica. Solo los médicos hombres pueden atender a pacientes en hospitales deteriorados, y el 97% de las mujeres dan a luz en casa. El adulterio se castiga con lapidación, en la que las mujeres son enterradas hasta el pecho y apedreadas hasta la muerte.
9. • Las mujeres afganas tienen la prohibición de: pasear
solas por la calle, trabajar, estudiar e incluso recibir
asistencia médica salvo en hospitales destartalados sin
agua, ni electricidad, ni quirófano al que sólo se va a
morir.
• Sólo los médicos varones tienen derecho a ejercer en los
hospitales, pero no tienen derecho ni a atender ni a
operar a una mujer.
18. • Cuando una mujer está embarazada, los afganos dicen
que está enferma. El 97% de las mujeres afganas dan a
luz en sus casas porque tienen prohibido acudir a
médicos varones.
• La maternidad Malalai está rodeada de un muro de
cemento construido por los talibanes, con dos ventanucos
diminutos. Del otro lado acampan los hombres que
esperan a las mujeres internadas. Hablan con sus
esposas a través de los ventanucos.
26. • El adulterio está penado con la lapidación.
La mujer es metida en el suelo en un
agujero y tapada con tierra hasta el
pecho. A continuación los “hombres” le
arrojan piedras hasta matarla. Las piedras
no deben ser ni tan grandes como para
causarle la muerte rápida, ni tan
pequeñas que no se puedan considerar
“piedras”