El documento critica los consejos financieros del ministro de Economía Luis de Guindos, señalando que si se hubieran seguido sus recomendaciones de invertir en varias entidades financieras en 2007-2009, hoy esas inversiones valdrían muy poco o nada, mientras que invertir en vino habría resultado más rentable. Concluye que dada la falta de solvencia de los consejos de Luis de Guindos, es mejor beber moderadamente y olvidar quién controla ahora la economía del país.