El documento establece una serie de requisitos para mantener las áreas de trabajo libres de riesgos que podrían causar resbalones o tropiezos. Entre ellos se incluyen asegurar que las superficies estén limpias y sin irregularidades, delimitar claramente los pasillos peatonales, y señalizar cambios de nivel y otras áreas potencialmente peligrosas con franjas amarillas antiderrapantes. El objetivo es prevenir accidentes en el lugar de trabajo asegurando que el entorno sea seguro para los empleados.