Armando y María tienen un paseo romántico en el campo donde los deseos de Armando aumentan. María le dice que quiere orinar detrás de unos arbustos. Mientras espera, Armando mete la mano a través de los arbustos y agarra algo largo y grueso entre las piernas de María, gritando si había cambiado de sexo. María responde que no, sino que había cambiado de opinión y estaba defecando.