El documento describe la visita del presidente Rafael Correa a la comunidad Campo Alegre en 2009, donde prometió mejoras si la compañía petrolera venezolana PDVSA encontraba gas allí. PDVSA no encontró gas y se retiró, a pesar de las críticas sobre su fiabilidad. El gobierno ecuatoriano insiste en que PDVSA continúe trabajando en el país. El proyecto de PDVSA en Campo Alegre costó más de lo presupuestado originalmente.