El nuevo mirador del río Colorado en la reserva de los indios Hualapai permite a los turistas contemplar el cañón desde una altura de 1,200 metros a través de un suelo de cristal y una estructura con forma de herradura que se adentra 20 metros en el cañón. Algunos ecologistas consideran el complejo una profanación, mientras que también se planea construir un centro turístico, restaurante y campo de golf en la zona.