Este documento discute la importancia de la comunicación amable y respetuosa en el matrimonio y la familia. Reconoce que el discurso gentil es fundamental para una buena relación matrimonial y para hijos bien educados. También enfatiza la necesidad de medir lo que se dice y evitar las peleas y discusiones, citando varios versículos bíblicos sobre el poder de la lengua y la importancia del silencio.