2. Nadie se sorprenderá de saber que el
habla de un cristiano es un barómetro
de su carácter, porque “ De la
abundancia del corazón habla la boca”
Sólo oyendo la manera de hablar de
una persona, podrás ver donde está
espiritualmente.
3. A diferencia de otras cosas en la
naturaleza, la lengua puede producir
extremos opuestos, como dulzura y
amargura, bendición y maldición.
Santiago 3:1-12.
A continuación revisaremos algunas de las
cualidades que deberían caracterizar
nuestra manera de hablar.
4. “Por lo cual, desechando la mentira, hablar
verdad cada uno con su prójimo; porque
somos miembros los unos de los otros”.
Efesios 4:25.
Dios no puede mentir y no puede autorizar a
nadie a hacerlo.
(Buena memoria).
5. Efesios 4:29.
“Ninguna palabra corrompida salga de
vuestra boca”.
Aquí la palabra corrompida significa de
poca calidad, inadecuada para su uso, sin
valor.
Mateo 12:36
Por ello, el hablar por hablar debería ser
confesado como pecado y quitado de
nuestra vida.
6. Efesios 4:29
“Sino la que sea buena para la necesaria
edificación”
En otras palabras, deberíamos tratar
constantemente de edificar a otros con
lo que decimos.
Ejemplo del amigo.
7. Efesios 4:29.
“Ninguna palabra torpe salga de vuestra
boca, sino antes la que sea buena para
edificación”.
Es un gran Don poder decir lo adecuado
en el momento adecuado.
Proverbios: 25:11
Proverbios: 15:23
8. Colosenses 4:6
“Sea vuestra palabra siempre con gracia”.
La gracia exige que nos refrenemos de
observaciones aceradas y cortantes ; de
insinuaciones malignas; de sarcasmos hirientes.
Colosenses 4:6
Juan 4:16.
Juan 8:11
Naturalmente, la sal también es preservante:
detiene la corrupción. Y la sal suscita la sed.
De modo que por nuestra manera de hablar
deberíamos estimular la sed por el agua viva
que Cristo ofrece.
9. Efesios 5:3,4
Cuanto más libremente hablemos del
pecado y de la inmoralidad, menos
serios nos parecen a nosotros y a los que
nos oyen. Adquieren una mortífera
familiaridad, y dejamos de sentirnos
horrorizados por ello.
10. Mateo 5: 34,37.
Santiago 5:12.
La conversación del cristiano debería ser
constantemente veraz, de modo que
nunca necesite confirmarla con un
juramento.
11. No deberíamos hablar con ligereza o
irrespetuosamente a cerca de las cosas
sagradas. No deberíamos hacer
bromas con las escrituras, esto es, citar
los versículos de la biblia de una manera
humorística o fuera de contexto.
Deberíamos ser serios acerca de las
cuestiones divinas.
12. Proverbios 10:19.
En otras palabras, cuanto más hablamos,
más fácil es que pequemos. Podemos
evitar este peligro resistiendo el apremio
de estar siempre diciendo algo.
Eclesiastés 5:2.
Aunque esto se refiere especialmente a
los votos hechos a Dios, el consejo es
bueno para su aplicación general.
13. Debería controlarla, y no tratar nunca de dominar
la conversación.
Debería adiestrarla para decir menos de lo que
puede.
Nunca debería emplearla para ninguna falsedad,
medias verdades, malicia, insinuaciones,
sarcasmos, palabras sucias ni parloteo en vano.
Debería siempre emplearla cuando las
circunstancias exigen su testimonio, confesión o
una palabra de aliento .
Si es una de esas extrañas personas que encuentran
difícil decir “gracias”, debería adiestrar la lengua a
decirlas, y enfrentarse con la maligna soberbia
que las inhibe.
14. La lengua debería seguir el
pensamiento, no conducirlo.
Más se han arrepentido de sus palabras
que de su silencio.
El que habla siembra, pero el que
escucha recoge.