Este anuncio publicitario contrasta las imágenes de una mujer joven y mayor para resaltar cómo el paso del tiempo afecta a las personas de manera desigual dependiendo de su situación socioeconómica. El eslogan "la vida pasa para todos, pero no para todos pasa igual" enfatiza que factores como la pobreza pueden acelerar el envejecimiento. La imagen pretende generar conciencia sobre las desigualdades que enfrentan las mujeres debido a diferencias económicas.