Cristobal envió un breve memorando a los empleados de producción anunciando recortes de costos del 22% y una junta para discutir alternativas. Los empleados asumieron que serían despedidos o recibirían recortes salariales, causando baja productividad y ausentismo. En la junta, los empleados se quejaron agresivamente hasta que Cristobal los calmó y explicó que la reunión era para discutir otras formas de reducir costos, no despidos o recortes salariales.