El Cultivo de Papa en Ecuador aspira presentar los actuales conocimientos del país en los diversos aspectos técnicos de producción y manejo del cultivo. Fue el producto de dos años de talleres y reuniones de edición para compilar e integrar la experiencia de cerca de 30 técnicos de laboratorio y de campo, provenientes de diversas instituciones.
Gran parte de la información presentada proviene de estudios realizados en Ecuador. Para los casos en los que no existía estudios en el país, los autores consideraron las experiencias de países vecinos. Organizamos equipos de expertos de acuerdo con seis temas relacionados con la planta, su siembra y desarrollo en el campo hasta la cosecha y comercialización. Cada grupo fue liderado por un coordinador que se responsabilizó por el desarrollo del capítulo. Trabajamos en una serie de talleres para diseñar capítulos y sistematizar experiencias e información externa. Posteriormente, un Comité Técnico, compuesto por cuatro expertos a nivel nacional e internacional revisó los contenidos.
El Cultivo de Papa en Ecuador aspira presentar los actuales conocimientos del país en los diversos aspectos técnicos de producción y manejo del cultivo. Fue el producto de dos años de talleres y reuniones de edición para compilar e integrar la experiencia de cerca de 30 técnicos de laboratorio y de campo, provenientes de diversas instituciones.
Gran parte de la información presentada proviene de estudios realizados en Ecuador. Para los casos en los que no existía estudios en el país, los autores consideraron las experiencias de países vecinos. Organizamos equipos de expertos de acuerdo con seis temas relacionados con la planta, su siembra y desarrollo en el campo hasta la cosecha y comercialización. Cada grupo fue liderado por un coordinador que se responsabilizó por el desarrollo del capítulo. Trabajamos en una serie de talleres para diseñar capítulos y sistematizar experiencias e información externa. Posteriormente, un Comité Técnico, compuesto por cuatro expertos a nivel nacional e internacional revisó los contenidos.
Catálogo arapack - fabricantes de envases y embalajeArapack
En Arapack somos fabricantes de envases y embalajes de plástico de todo tipo. Fabricamos alveolos, bandejas, envases, blísters, skin pack, tapas, cajas, obturadores. Trabajamos con diferentes materiales, PP, PET, en diferentes colores, tamaños y formas, a medida y personalizados. También realizamos servicios de manipulado y retractilado.
Catálogo arapack - fabricantes de envases y embalajeArapack
En Arapack somos fabricantes de envases y embalajes de plástico de todo tipo. Fabricamos alveolos, bandejas, envases, blísters, skin pack, tapas, cajas, obturadores. Trabajamos con diferentes materiales, PP, PET, en diferentes colores, tamaños y formas, a medida y personalizados. También realizamos servicios de manipulado y retractilado.
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
9. PRÓLOGO
Decir Córdoba y concitar la imagen de ciudad islámica es todo uno. La asociación parece inevitable y
suele discurrir por cauces que van desde las “fantasías morunas” hasta el estudio riguroso, evocaciones tó-
picas aquéllas, análisis exhaustivo éste. Es algo explicable a consecuencia de la huella indeleble que la civili-
zación islámica dejara en la ciudad, de la importancia inherente al hecho de haber sido capital del califato y
de una tendencia fija a refugiarse e identificarse con la tradicionalmente considerada como la más gloriosa
de las glorias de Córdoba. La Historia da pie a que así sea y los monumentos lo confirman.
No obstante ocurre, que cuando del plano monumental se pretende pasar al más modesto de los objetos
cotidianos, para ver refrendada aquélla imagen histórica, es frecuente tropezar con dificultades. Ahí es donde
el trabajo del arqueólogo adquiere sentido, en la medida en que permite recuperar, interpretar y dar a cono-
cer dichos objetos. No es tarea fácil y aún menos cuando la investigación se halla en estado balbuciente,
puesto que a la responsabilidad implícita en la consolidación de una línea de investigación se une la dificultad
originada por el escaso número de referencias existentes. Ambas circunstancias convergen en esta excelente
monografía sobre la cerámica califal de Cercadilla (Córdoba) y ambas fundamentan su mérito, compensada
la dificultad por el aliciente que supone tener entre manos el material-guía, los modelos. De todo esto ha sido
muy consciente M.ª del Camino Fuertes Santos, al elaborar una obra que no sólo reviste gran altura cientí-
fica, sino que eleva a gran altura un material cerámico modesto por naturaleza y función.
La obra reúne los resultados de una primera aproximación a un tema de gran envergadura y extraordi-
narias posibilidades, como es el estudio de la cerámica califal procedente de la que fuera capital del califato.
Esta primera aproximación tiene por objeto el material del yacimiento arqueológico de Cercadilla (Cór-
doba), material abrumador por ingente y aparentemente tedioso, de ahí que sea aún más de admirar la vi-
sión de auténtica experta que la autora proyecta sobre la investigación, sencillamente ceñida a los aspectos
morfológicos, de producción y decorativos.
A decir verdad, creo que sólo los especialistas en este campo aquilatarán todo el valor de un trabajo tan ar-
duo y exhaustivo como el realizado por M.ª del Camino Fuertes Santos, sobre todo, en materia de sistemati-
zación arqueológica. Como ella misma declara al iniciar el capítulo correspondiente, que es el armazón del
trabajo, el enfoque del material cerámico se ha hecho a partir de “fórmulas que permitirán su fácil tipificación
y, por lo tanto, su rápida clasificación y comprensión, tanto funcional como cronológica” (p. 25). La sistema-
tización por medio de un esquema articulado en familias, tipos, subtipos, variantes, subvariantes, no sólo
permite definir el carácter de cada fragmento o pieza cerámica, sino que los devuelve forma y función origi-
narias. El largo elenco de familias cerámicas con su sabor a léxico añejo refleja la variedad de menesteres, ocu-
paciones y exigencias que hacía de la vida un arte, fuera en salones, cocinas, huertos o industrias. Desde un
punto de vista arqueológico es un logro principalísimo haber conseguido, que materiales tan modestos,
como son los del menaje de las actividades cotidianas, proporcionen claves decisivas para explicar formas de
vida marcadas por el refinamiento, el lujo y el confort, como fueron las de la Córdoba califal. Más relevante
aún, en cuanto aportación científica, es la labor de estricta sistematización tipológica, por cuanto la tabla re-
sultante constituye un patrón-guía, de cuya utilidad darán cuenta indagaciones futuras.
Una de las cosas, que más claramente queda de manifiesto a lo largo de las páginas del libro, es que la au-
tora en ningún momento pierde de vista el grupo humano que hizo uso de esos enseres cerámicos, perspec-
tiva que la conduce al estudio de las producciones y las decoraciones. El capítulo dedicado a estos temas
contiene indagaciones concretas, claras y concisas, que analizan los problemas concernientes a cada uno de
ellos, para proyectarlos ulteriormente sobre la tabla de formas. Las producciones atestiguadas en el yaci-
miento de Cercadilla (Córdoba) son las más conocidas y típicas de la época (p. 149 ss.), que van desde la
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
10. clase más vulgar –la cerámica común– hasta las más selectas –verde y manganeso y cuerda seca– pasando
por la más característica vidriada, vigente todavía en la tradición alfarera. En cuanto a motivos decorativos
(p. 150 ss.), la preferencia conocida por la abstracción sobre la figuración queda confirmada, hecho que
posiblemente explica la vistosidad que llegan a adquirir algunos de los esquemas utilizados. La singulari-
dad de los motivos zoomorfos cobra especial valor a consecuencia del interés del ejemplar documentado.
Esta rareza ha exigido una criba exhaustiva de paralelos, que acaba por insertar la pieza cordobesa en su
exacto contexto cultural y cronológico (p. 172 ss.).
El capítulo final dedicado a conclusiones es una síntesis ágilmente presentada como “retrato de familia”
de todas y cada una de las sistematizadas. Resulta así que el lector puede localizarlas e individualizarlas en
estos “flashes” breves pero claramente definidores de sus fisionomías. Las consideraciones finales constitu-
yen una reflexión histórica acerca del protagonismo adquirido por la cerámica en la Córdoba califal y
acerca de las causas que determinan esa situación. Las ideas vertidas al respecto son de especial importan-
cia, hasta el punto de configurar una visión de conjunto nueva, lúcida y coherente respecto a Córdoba. De
la repercusión que el estado de la cuestión aquí creado vaya a alcanzar y de la solidez de la base, sobre el que
se ha construido, hablarán investigaciones futuras.
El cuerpo científico del libro cuenta con dos apoyos a cuál más útil. Uno es el compendio gráfico de
unos dibujos primorosos y esclarecedores a simple vista de la problemática inherente a estas cerámicas cali-
fales. Otro es el aparato crítico documentadísimo y de gran valor, puesto que comprime la abundante in-
formación supletoria, de la que se prescinde en el texto por aligerarlo. A esto se añade un apéndice
bibliográfico amplio y sustancioso, que revelará, a los que lo examinen, el buen criterio y el grado de prepa-
ración de quien lo ha elaborado. Sobre el factor acumulativo predomina el selectivo y se advierte al com-
probar el empeño en utilizar una bibliografía actual, sin prescindir de otra más tradicional pero siempre
rica en enseñanzas.
Todavía se debe hacer mención de un asunto, que ayudará a comprender el hondo conocimiento de M.ª
del Camino Fuertes Santos tanto respecto al material arqueológico estudiado como respecto al tema en sí. Se
trata de su larga e intensa experiencia en el yacimiento de Cercadilla (Córdoba), gracias a la que ha adquirido
una identificación con los diversos problemas arqueológicos allí suscitados y una comprensión de los mismos
realmente excepcionales. Tras una dedicación absorbente durante años a un yacimiento complejo y riquí-
simo, M.ª del Camino Fuertes Santos optó por volear los conocimientos acumulados sobre una faceta histó-
rica, que ya durante la excavación se revelara interesantísima, el arrabal califal. En efecto, el esfuerzo más que
loable por indagar su evolución a través del material cerámico ha dado como fruto un libro, que quedará in-
disolublemente unido a la historia de la investigación arqueológica sobre la Córdoba medieval.
La obra viene a sumarse a la serie de brillantes monografías editada por la Consejería de Cultura de la
Junta de Andalucía y dedicada a la problemática arqueológica del yacimiento de Cercadilla (Córdoba). Es
éste un motivo de agradecimiento por parte de cuantos vivimos de cerca la arqueología cordobesa. La crí-
tica especializada tiene la última palabra en materia de prestigio científico.
Quienes conozcan a Mª del Camino Fuertes Santos, probablemente la “oirán” a través de las páginas de
su libro, redactadas con naturalidad, soltura e inteligencia que son su sello personal. Yo espero “oírla” de
nuevo en breve y entretanto le hago llegar mi felicitación sincera.
Pilar León Alonso
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
11. AGRADECIMIENTOS
Durante los años que nos hemos dedicado al estudio exhaustivo de la cerámica califal del yacimiento de
Cercadilla, hemos sido conscientes del privilegio de poder trabajar en uno de los yacimientos arqueológicos
más espectaculares de Andalucía, ya no sólo por la entidad e importancia histórica del conjunto palatino ba-
joimperial, sino por la secuencia estratigráfica que este terreno custodiaba. Más de mil trescientos años de
ocupación ininterrumpida que han aportado al conjunto de la ciudad de Córdoba datos históricos de espe-
cial relevancia, no recuperados en otras áreas de la ciudad debido al desarrollo urbanístico de la misma.
Importante privilegio y responsabilidad ha sido poner en orden gran parte de los materiales cerámicos
de época califal, recuperados a lo largo de las diferentes campañas de excavación efectuadas en el yaci-
miento y que presentamos en este trabajo. Y si bien nosotros asumimos la responsabilidad de todos los da-
tos expuestos y aceptamos los errores que hayamos podido cometer, no podríamos haber llevado a cabo
este trabajo, sino hubiéramos contado con el apoyo desinteresado de un número importante de personas
que han colaborado, de muy diversas maneras, en el resultado final de esta investigación.
En primer lugar queremos manifestar nuestro más sincero agradecimiento al Prof. Dr. Rafael Hidalgo,
director de las excavaciones y de las investigaciones llevadas a cabo en la Zona Arqueológica de Cercadilla,
por permitirnos hacer uso de todos los datos disponibles para la ejecución de este trabajo, así como por to-
das y cada una de sus ideas y sugerencias, aportadas de forma desinteresada, siempre precisas y oportunas,
que han sido esenciales para el desarrollo de esta investigación.
De igual forma debemos hacer especial relevancia en las personas que han sido y son integrantes del
equipo de Cercadilla, cuyo entusiasmo y esfuerzo ha permitido que el trabajo acumulado después de diez
años de excavaciones, pudiera salir adelante. Nuestra gratitud a todos ellos por su entusiasmo y por su de-
dicación, en muchos casos altruista.
A los miembros del Seminario de Arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba por estar
siempre a disposición de cualquiera de los requerimientos que les hayamos solicitado y en especial a los
Profesores Dres. Desiderio Vaquerizo y Ángel Ventura por todas las indicaciones que nos han formulado
de manera generosa y desinteresada, así como al Dr. José Ramón Carrillo cuya ayuda, amistad y consejo
han facilitado la elaboración de estas líneas.
Así mismo, queremos agradecer al Prof. Dr. Fernando Valdés y a la Profra. Dra. Sonia Gutiérrez sus
propuestas, que han aportado nuevos enfoques a nuestras hipótesis.
Por supuesto a la Profra. Dra. Dña. Pilar León, por ser ella la verdadera impulsora de este trabajo. A ella
queremos expresarle, por su interés y paciencia a la hora de encaminar nuestra investigación, nuestra grati-
tud más sincera.
Y a mi familia y amigos agradecerles el ánimo y la ilusión prestada cuando la nuestra no estaba a la altura
de las circunstancias.
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
13. Presentamos en este trabajo un análisis de las formas cerámicas de época califal documentadas en el ya-
cimiento arqueológico de Cercadilla, en Córdoba. Con este estudio hemos pretendido establecer una sis-
tematización de los tipos cerámicos que nos ayudara a conocer, mejor y más exhaustivamente, el ajuar
doméstico que acompañó a los habitantes del arrabal de Cercadilla durante el siglo X. Pero nuestro trabajo
pretende, además, sentar las bases para la elaboración de futuros estudios –varios de ellos en marcha– sobre
la cerámica medieval del yacimiento.
Para ello hemos creído oportuno establecer una sistematización de las familias cerámicas identificadas,
que sea susceptible de ser completada a medida que los estudios sobre este tema se vayan ampliando1
.
La sistematización que presentamos es una relación alfanumérica de familias, tipos, subtipos, variantes
y subvariantes, que permite acceder a cada una de las formas desde sus rasgos más generales a sus rasgos
más particulares. Es una sistematización abierta en la que se pueden introducir nuevas formas y tipos, sin
que se exista ningún impedimento que dificulte su continua ampliación. Está basada principalmente en la
forma de las piezas. La técnica en la que fueron elaboradas, así como las producciones en las que fueron fa-
bricadas, los acabados finales y las decoraciones, se han abordado de forma paralela e individualizada.
Tal vez las relaciones tipológicas alfanuméricas puedan resultar áridas y monótonas, como así lo resal-
taba Rosselló-Bordoy (1999, 21) en el Congreso que sobre la cerámica medieval se celebró en Jaén en
1997. Sin embargo, nosotros creemos que es la mejor manera de presentar y organizar todo el material ce-
rámico estudiado y de darle coherencia.
Hemos llevado a cabo una sistematización basada, sobre todo, en la forma de los recipientes cerámicos
porque, como ya comentó Retuerce (1999, 30), se trata de una característica interna, la base del análisis ti-
pológico. El análisis formal permite, por un lado la individualización de las series cerámicas y por otro esta-
blecer comparaciones tipológicas entre ejemplares de distintos yacimientos. Hemos considerado oportuno
diferenciar cada familia cerámica a través de un número y, además, de un nombre concreto2
, nombre que,
evidentemente, debe designar la funcionalidad específica de esa forma. Creemos que de esta manera se fa-
cilita el uso de la sistematización, ya de por sí complicado, pues es mucho más sencillo retener en nuestra
memoria la familia ataifor o la familia candil, que asociar unas características morfológicas concretas a las
familias 3 y 9, aún tratándose de lo mismo.
No olvidamos, tampoco, la técnica con la que se han elaborado las formas. Pero no consideramos que
esta característica sea suficientemente importante como para que sea tenida en cuenta a la hora de llevar a
cabo la sistematización de los tipos cerámicos, debido, sobre todo, a la escasez de recipientes fabricados a
mano, incluso durante los primeros momentos de la dominación islámica. No consideramos, por tanto,
prioritario para el reconocimiento de las formas y su posible adscripción cronológica y cultural el modo en
el que se fabricaron las piezas. Si en un futuro observáramos una ingente cantidad de utensilios cerámicos
fabricados a mano, que definieran un momento cultural concreto, lo especificaríamos en nuestra sistema-
tización. Hoy por hoy no es necesario.
17
1. Al ser un estudio basado, exclusivamente, en los materiales califales, han quedado excluidas las series emirales y post-califales.
En la actualidad estamos llevando a cabo una tipología completa que abarca todas las formas cerámicas medievales de Cercadilla,
desde el siglo VIII hasta el siglo XIII.
2. Utilizamos para llevar a cabo esta adscripción funcional la terminología propuesta por Rosselló-Bordoy (1978 y 1991).
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
14. No se ha elaborado la tipología teniendo en cuenta el tipo de producción, que suele estar más en rela-
ción con la funcionalidad de los recipientes. Es por ello, por poner un ejemplo concreto, por lo que no son
comunes los cántaros vidriados ni fabricados en verde y manganeso, estando estas dos producciones en re-
lación directa con ambientes distintos a los de cocina o transporte y/o almacenamiento. Además, muchos
de los tipos cerámicos no varían su morfología a causa del tipo de producción en el que se elaboraron. To-
das las características intrínsecas de los recipientes cerámicos hay que tenerlas en cuenta, pero todas ellas
aplicadas al criterio formal desde el que partimos. A partir de la forma se estudiarán todas las características
susceptibles de ser analizadas, como son sus variables morfológicas, su funcionalidad, la técnica aplicada
para su elaboración, la producción en la que fue fabricada, la decoración que la embelleció, etc.
Como ya hemos comentado más arriba, junto al análisis morfológico de los fragmentos y piezas cerámi-
cas documentadas, hemos llevado a cabo un estudio específico sobre las producciones, acabados y decora-
ciones de los recipientes, ya que, una vez que ha sido conocida y demostrada la funcionalidad del objeto
que se ha elegido, el hombre escoge de entre toda la mercancía que se le expone ante sus ojos, lo que real-
mente le gusta y, evidentemente, lo que puede pagar.
Nuestro interés en éste y en el resto de estudios que sobre la cerámica del yacimiento hemos realizado y
seguimos realizando, no gira solamente en torno a la necesidad de conocer las formas, decoraciones y pro-
ducciones cerámicas que convivieron con los habitantes de la Córdoba medieval. Otra de las razones que
nos ha movido a llevar a cabo este tipo de investigación, ha sido el poder diferenciar las fases que abarca
este período, cuya presencia en el registro arqueológico es difícil de rastrear.
En el trabajo que aquí presentamos hemos intentado dar a conocer un elenco formal lo más completo
posible de la cerámica que estuvo en circulación durante el período califal. Es un espacio de tiempo real-
mente no muy amplio y bien documentado en el yacimiento de Cercadilla. Es el momento en el que co-
mienza la expansión urbana y racionalizada de este área, coincidiendo con la expansión de la ciudad hacia
el Oeste, extensión que, no sin problemas, empieza a conocerse gracias a las excavaciones que se llevan a
cabo, desde hace algunos años, en la zona conocida como Poniente.
METODOLOGÍA
Los materiales escogidos para la ejecución de esta sistematización proceden de diferentes contextos fe-
chados entre mediados del siglo X y principios del siglo XI.
.El grueso de las piezas cerámicas procede de un relleno que colmataba parte de una de las galerías
subterráneas, que se abrían bajo la zona residencial del palacio romano. Sobre este área se levantaba
una vivienda, uno de cuyos muros maestros cortaba al relleno en cuestión. Sobre los pavimentos de
este edificio se documentó un ataifor en verde y manganeso de base plana y borde redondeado (tipifi-
cado por nosotros como tipo 7), característico de este momento, muy presente en Cercadilla y en
Madïnat al-Zahrã’. Esta casa se enmarcaba en un paisaje caracterizado por la presencia de grandes vi-
viendas organizadas en torno a calles y plazas3
.
.Un número importante de piezas procede de varios pozos de residuos asociados al uso continuado
de las casas del arrabal. Algunos de ellos eran antiguos pozos de agua, reutilizados y colmatados una
vez que se quedaban secos o se contaminaban (seguramente por la presencia cercana de pozos ciegos
asociados a las letrinas).
.Materiales de los niveles de abandono de las casas del arrabal califal (recuperados sobre los pavi-
mentos o en los derrumbes).
.Materiales presentes en las zanjas de cimentación de los muros de las casas del arrabal, así como en
varios de los rellenos de nivelación asociados a los suelos de dichas casas.
Se trata por tanto, como arriba queda establecido, de diferentes niveles y estratos directamente relacio-
nados con el barrio que durante el califato se extiende por todo el yacimiento de Cercadilla. El abandono
18
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
3. Sobre el desarrollo urbanístico de época medieval de Cercadilla vid. HIDALGO y FUERTES, 2001; FUERTES, 2001e.p.
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
15. de estas viviendas se documenta igualmente durante el período califal. Consideramos por tanto que ese
abandono bien pudo estar en relación con la Fitna, la guerra civil cordobesa del año 10104
.
Una vez recuperado y separado el material objeto del estudio, se procedió a su análisis formal y estilís-
tico, pieza por pieza y fragmento por fragmento. Para ello se diseñó una ficha de trabajo en la que se esta-
blecían una serie de subdivisiones en las que señalamos los diferentes aspectos formales, técnicos y
decorativos de cada uno de los fragmentos seleccionados.
Encabezaba cada una de las fichas los apartados referidos a Sector5
, Corte, Unidad Estratigráfica, Bolsa
y Fecha.
A continuación de este encabezamiento se abrían nuevos apartados, en los que se individualizaban cada
uno de los fragmentos cerámicos y sus características propias.
.Número: Es el número que recibe el fragmento, dentro del conjunto global de fragmentos clasifica-
dos de cada uno de los sectores del yacimiento.
.Identificación: En este grupo se especifica si nos encontramos ante un borde, un galbo, una base (y
de qué tipo es: convexa, plana o cóncava), un pitorro, un perfil completo, una chimenea, una pi-
quera, una cazoleta o un asa.
.Técnica: Se identifica el tipo de técnica empleada para la fabricación de esa pieza, ya sea a torno, a
mano o a torno lento.
.Cocción: Si se fabricó en ambiente oxidante, en ambiente reductor o se alternaron los dos tipos de
ambientes.
.Acabado: Entendemos por acabado el aspecto último que la pieza presenta, ya sea simplemente ali-
sado, engobado o vidriado.
.Decoración: Se especifica si las piezas han sido pintadas, espatuladas o bruñidas, si presentan deco-
ración moldurada o incisa, así como si han sido vidriadas en color verde o vidriadas en color melado.
.Producción: En este campo se establece si las piezas se han fabricado en cerámica común, en verde y
manganeso, en cuerda seca o si han sido vidriadas.
.Forma: Se intenta reconocer la familia cerámica ante la que nos encontramos. Cuando ello no es
posible se intenta especificar si nos encontramos ante piezas de cocina, de almacenamiento, etc..
.Tipología: Si conocemos el tipo concreto al que se adscribe la pieza o el fragmento.
.Observaciones: Por lo general se indican los motivos decorativos y el color resultante de las pastas o
de las superficies de las piezas, así como cualquier otra particularidad digna de ser reseñada.
Toda la información resultante ha sido informatizada mediante un programa comercial de base de da-
tos, lo que ha permitido su análisis global.
No se ha considerado efectivo el estudio de los desgrasantes por fragmentos, ya que la apreciación de
visu de los mismos puede en muchos casos inducir a error. Es evidente que muchos de ellos son reconoci-
bles, sin embargo hemos preferido que, en un futuro, un análisis de pastas nos permita conocer, con preci-
sión, los componentes inorgánicos de las arcillas utilizadas en la fabricación de los recipientes cerámicos.
A medida que se iba realizando la clasificación por fragmentos, se fueron seleccionando las piezas que
presentaban rasgos susceptibles de ser tipificados, piezas que posteriormente se dibujaron y se describie-
ron. El primer paso que seguimos para la elaboración de la sistematización, fue el reconocimiento de una
serie de características formales que nos indicaron la existencia de 31 familias cerámicas, con particularida-
des suficientemente personalizadas para permitir su diferenciación. Así mismo, cada una de las familias
poseía rasgos comunes que permitían unificar a todos y cada uno de sus miembros.
19
INTRODUCCIÓN
4. Sobre el arrabal califal de Cercadilla vid. FUERTES, 1995; 2001e.p.
5. Las dimensiones del yacimiento de Cercadilla (en torno a ocho hectáreas) obligaron a su excavación por sectores. El material
cerámico aquí presentado procede de los sectores 9, 12, 13, 18, 21 y 22.
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
16. Gracias a la riqueza formal de la cerámica medieval se pueden diferenciar, en gran parte de las familias
cerámicas, diversos grupos de recipientes, establecidos a partir de una serie de variables morfológicas dis-
tintas de los rasgos más generales que caracterizan a esas familias. Cada uno de esos grupos se identifica con
el término tipo. En cada uno de los tipos se han observado, igualmente, peculiaridades específicas que nos
llevan a distinguir el grupo de los subtipos. A partir de los tipos, o en su caso de los subtipos, se van clasifi-
cando todos aquellos recipientes con características susceptibles de ser analizadas, características que que-
dan reseñadas en los apartados de las variantes y de las subvariantes.
En el conjunto global de fragmentos y piezas estudiado se ha podido diferenciar, hasta el momento, un
elenco formado por 31 familias cerámicas. Cada una de las familias ha sido analizada con detenimiento,
teniendo en cuenta la técnica con la que fue elaborada, la producción o producciones en que se fabricó, la
cocción a la que se sometió, la funcionalidad para la que fue creada, etc.. Así mismo, hemos intentado ras-
trear la dispersión de cada una de las familias y de los tipos que las definen por el territorio de al-Andalus,
desde la Meseta Norte hasta el sur de la Península, desde Portugal hasta el Levante y su perduración en el
tiempo. No todas ellas han sido estudiadas con profundidad, ya que algunas engloban a formas exclusivas
de época emiral o se encuadran dentro del siglo XII y, por lo tanto, están fuera de este estudio. Aún así he-
mos considerado interesante dar a conocer la sistematización completa de los tipos cerámicos recuperados
en Cercadilla, aunque no perteneciesen al período califal.
En un capítulo aparte hemos recopilado todos y cada uno de los motivos decorativos que se dispusieron
sobre las superficies cerámicas para su ornamentación y una breve, pero creemos que fundamental, alusión
a las producciones cerámicas que se utilizaron durante la época califal en el yacimiento de Cercadilla. En
este apartado no hemos pretendido hacer un estudio pormenorizado de las producciones, ni mucho me-
nos rastrear el origen de las mismas, análisis que, con mucho, rebasaría por completo el objetivo de este
análisis tipológico.
HISTORIA DE LA INVESTIGACIÓN
No es nuestra pretensión hacer una revisión completa de los estudios publicados hasta el momento sobre
la cerámica islámica, ya que sobre este tema existen distintos trabajos que han girado en torno a la recopila-
ción de todas esas publicaciones. Algunos de esos trabajos son relativamente antiguos, como el realizado por
Rosselló-Bordoy en 1987, sobre todo si se tiene en cuenta que, en esos momentos, la investigación sobre la
cerámica medieval aún se encontraba en sus inicios. Más recientemente, Retuerce (1998) ha recogido y ana-
lizado los trabajos llevados a cabo sobre la cerámica andalusí y mudéjar de un importante número de investi-
gadores dedicados a este tema. Así mismo, durante la celebración del Congreso que sobre cerámica andalusí
se llevó a cabo en Jaén, se presentó un estudio historiográfico sobre las diferentes sistematizaciones y tipolo-
gías cerámicas publicadas en los últimos veinte años (SALVATIERRA y CASTILLO, 1999).
Ha sido muy escaso el interés mostrado por parte de los investigadores que se han dedicado al estudio de
la Córdoba islámica, hacia los materiales cerámicos medievales de esta ciudad. El primer investigador que
se refiere a las producciones cerámicas cordobesas es Manuel Gómez Moreno en 1888, cuando estudiando
la cerámica de Madïnat Ilbira la puso en relación con las series halladas en Madïnat al-Zahrã’. Pero ni si-
quiera este magnífico yacimiento impulsó estudios específicos sobre la cerámica recuperada en las excava-
ciones llevadas a cabo en su solar, exceptuando algunos trabajos como el de Velázquez Bosco en 1912, en el
que se presentó un número importante de piezas del yacimiento y en el que se hacía una somera sistemati-
zación de los recipientes, exponiendo un catálogo de fotografías.
Posteriormente, en 1926, se publicó otro intento de clasificación de la cerámica medieval del yaci-
miento, atendiendo al tipo de producción en el que se fabricaron las piezas y estableciendo una exigua ti-
pología, con una simple exposición de 12 fotografías de las vasijas (JIMÉNEZ et alii, 1926).
A mediados de siglo, se llevaron a cabo algunos estudios en los que se hacían breves referencias a la cerá-
mica medieval cordobesa, procediese o no de Madïnat al-Zahrã’ (SANTOS GENER, 1944, 1947 y 1952;
CAMPS, 1945; CARBONELL 1949 y 1950; GÓMEZ MORENO, 1951; ETTINGHAUSEN, 1959-60).
20
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
17. Habrá que esperar a los trabajos de Pavón Maldonado (1966, 1967 y 1972) sobre la cerámica de Madïnat
al-Zahrã’, para encontrar análisis algo más completos sobre las formas, las producciones, los paralelos y los
orígenes de la cerámica medieval, centrados en las producciones consideradas tradicionalmente como cerá-
mica de lujo: el verde y manganeso y la cuerda seca.
Durante los años siguientes la cerámica medieval fue tratada de forma pasajera (MARCOS, VICENT y
COSTA, 1977a, 1977b y 1977c). Esta situación no cambiará hasta ya bien entrados los años 80 y sobre
todo en la década de los 90, en los que un buen número de arqueólogos irán publicando datos sobre los
materiales cerámicos medievales aparecidos en sus excavaciones, describiendo de igual modo los contextos
cerámicos en los que se recogieron (BERMÚDEZ et alii 1991; GODOY, 1991; BAENA, 1991; MORENA,
1991 y 1992; CARMONA, 1992; VENTURA y BERMÚDEZ, 1992; HIDALGO, 1992 y 1993).
Dos exposiciones llevadas a cabo en Córdoba, una para celebrar el XII centenario de la construcción de
la Mezquita y otra sobre arqueología urbana, dieron como resultado la publicación de sendos catálogos en
los que se recogieron piezas cerámicas de época medieval procedentes de varias excavaciones (AA.VV, 1986;
ARQUEOLOGÍA URBANA, 1991).
En cuanto a trabajos monográficos, no será hasta los últimos años de la década de los 80 cuando comen-
zará el verdadero interés por la cerámica medieval cordobesa, lo que irá generando nuevas publicaciones en
torno a las series cerámicas de yacimientos tales como Madïnat al-Zahrã’ (ROSSELLÓ-BORDOY, 1988-90,
ESCUDERO, 1988-90), Cercadilla (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994a, 1994b y 1996; FUERTES, 1995) o refe-
rentes a los materiales de diferentes solares de la ciudad (BERMÚDEZ, 1992; SERRANO y CASTILLO, 1992).
Otros autores han encaminado sus investigaciones hacia cuestiones de índole más general, como, por
ejemplo, el análisis de las distintas producciones cerámicas aquí documentadas (MORENO, 1987; VALDÉS,
1988b, BARCELÓ, 1993).
Especialmente, por su carácter más reciente, debemos resaltar la monografía que sobre el verde y man-
ganeso deMadïnat al-Zahrã’ presentó Cano en 1996. En este trabajo, Cano propuso una tipología especí-
fica para las piezas estudiadas y estableció una relación exhaustiva de las decoraciones presentes en las piezas
fabricadas en verde y manganeso, relacionadas con ese yacimiento y recogidas en los Museos Arqueológicos
Provinciales de Córdoba y Granada y en el propio Conjunto Arqueológico. Así mismo, llevó a cabouna revi-
sión historiográfica sobre la investigación ceramológica asociada al yacimiento. En este análisis el autor
comprobó y analizó el escaso interés demostrado hacia la cerámica medieval de Madïnat al-Zahrã’, por
otra parte yacimiento islámico sin parangón en toda la Península Ibérica.
En el ya mencionado congreso sobre cerámica medieval celebrado en Jaén, los arqueólogos responsables
del Conjunto Arqueológico de Madïnat al-Zahrã’ presentaron una tipología de la cerámica común de di-
cho yacimiento (VALLEJO y ESCUDERO, 1999). En ella se tipificaron las formas fabricadas sólo en ese tipo
de producción, por lo que en cierta manera el estudio no permitió contemplar una visión general del
elenco cerámico del yacimiento. Por esa razón, muchas de las series establecidas que poseen ejemplares fa-
bricados no solamente en común, sino también en el resto de producciones, con una morfología comple-
tamente distinta, no pudieron ser clasificadas. A este respecto comentaban “... y cuando las formas existen en
ambos grupos, como por ejemplo la redoma, los tipos son invariablemente distintos: nada tienen que ver las redo-
mas comunes, de gran tamaño, con las redomas en verde y manganeso” (VALLEJO y ESCUDERO, 1999, 146).
Sin embargo y aun siendo sólo una parte del impresionante elenco cerámico del yacimiento, nos da a co-
nocer una importante muestra de formas asociadas a un momento muy concreto de la historia: los come-
dios del siglo X y los primeros años del siglo XI.
Como ya hemos constatado más arriba, nosotros hemos venido trabajando con los materiales cerámicos
de Cercadilla desde que comenzaron las excavaciones en este yacimiento. En fechas más recientes, en
1997, presentamos un análisis sobre la evolución de la cerámica medieval de Cercadilla en las I Jornadas de
Arqueología Cordobesa, con el que pretendíamos ofrecer una visión general de la evolución de las formas
medievales, desde el período emiral hasta el siglo XII. Posteriormente nos centramos en el estudio y clasifi-
cación de unas lámparas circulares, cuyo modelo morfológico procede del Norte de África, escasas en Cer-
cadilla y en la Península, que se pudieron fechar en un período previo a la ocupación islámica, encuadrán-
dose entre los últimos momentos del s. VI y sobre todo en el s. VII (FUERTES, 1998).
21
INTRODUCCIÓN
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
18. Junto a J. Murillo y D. Luna llevamos a cabo un avance al estudio de los materiales que del siglo XII se
pudieron recuperar en el yacimiento del palacio de Orive6
, así como otro avance a la evolución de las for-
mas cerámicas medievales cordobesas, en el que se hacía un breve análisis de los estudios cerámicos publi-
cados en Córdoba en los últimos años. Ambos trabajos se presentaron en el último Congreso sobre la Ce-
rámica Medieval en el Mediterráneo, celebrado en Tesalónica en Octubre de 1999 (FUERTES, MURILLO,
LUNA, 1999a e.p. y 1999b e.p.).
Las investigaciones sobre la cerámica de Cercadilla continúan. Actualmente estamos llevando a cabo un
estudio pormenorizado de la ocupación islámica del yacimiento de Cercadilla, desde el siglo VIII hasta el
siglo XIII. En este estudio se están analizando los contextos cerámicos asociados a esa intensa ocupación,
para de esta forma complementar lo que hasta la actualidad se conoce sobre la cerámica medieval del
yacimiento.
22
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
6. Una primera aproximación a los resultados de las excavaciones efectuadas en ese yacimiento en MURILLO et alii, 1995.
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
20. El estudio del material cerámico de Cercadilla ha supuesto una continua búsqueda de fórmulas que per-
mitieran su fácil tipificación y, por lo tanto, su rápida clasificación y comprensión, tanto funcional como
cronológica.
Nuestro afán por conocer el elenco formal constituyente del ajuar doméstico de los habitantes del arra-
bal sito en el área de Cercadilla y, por ende, de parte de la población cordobesa del siglo X, ha originado un
cúmulo importante de datos, cuyo volumen ha hecho necesaria la aplicación de un método sencillo y ma-
nejable para que, de este modo, su sistematización se pudiera establecer de manera rápida y satisfactoria.
Como ya se ha dicho, para la creación de esta tipología hemos considerado conveniente agrupar las for-
mas en diferentes familias, en las que se reúnen piezas que presentan similares o idénticas características
formales. Hasta el momento hemos llegado a distinguir un total de 31 familias.
Las familias se identifican con un número arábigo correlativo. De la misma manera se designan los tipos
de cada una de ellas. Los subtipos quedan recogidos con una letra, mientras que las variantes se clasifican
también con un número. En determinados casos algunas variantes presentaban características susceptibles
de ser resaltadas y tipificadas, por lo que se ha hecho necesario crear el grupo de las subvariantes que, de
igual modo, se especifican a través de un número. En consecuencia el orden y jerarquía de la clasificación
propuesta sería: familia. tipo. subtipo. variante. subvariante.
De esta manera, cuando nos referimos a una pieza perteneciente a la familia 3, tipo 7, variante B, nos
encontramos ante un ataifor, de paredes exvasadas con el borde algo engrosado de sección triangular, con
la particularidad de que el borde exvasado está ligeramente inclinado hacia abajo7
.
FAMILIAS CERÁMICAS
1. OLLAS.
2. JARROS/AS.
3. ATAIFORES Y JOFAINAS.
4. TINAJAS.
5. LEBRILLOS.
6. TAPADERAS.
7. CAZUELAS.
25
7. Esta clasificación tipológica sobre la cerámica califal del yacimiento de Cercadilla, difiere en cierta forma con los primeros
intentos de tipificación llevados a cabo por nosotros mismos en estudios anteriores (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994a; 1994b;
1996; FUERTES, 1995, 1998, 2000), en los que se estableció un método que es la base, sin duda alguna, del actual. Sin embargo,
anteriormente establecíamos el tipo a partir de una ordenación numérica en la que se intentaba que los dígitos nos indicaran las
características formales de cada pieza. Así, el tipo 1.1.8.58, por ejemplo, era una olla, de paredes globulares, borde exvasado y
moldurado hacia el exterior, 1. (por la familia: olla), 1. (por el tipo: olla de paredes globulares con el borde exvasado y moldurado),
8. (por el tipo de borde: moldurado al exterior) y el último dígito, en este caso el 58, especificaba que esa olla en particular era el
ejemplar nº. 58 que había sido tipificado. Con el tiempo y su aplicación observamos que la clasificación resultaba complicada y,
por lo tanto, poco operativa, motivo por el que consideramos oportuno modificarla. El resultado de esta modificación es la
sistematización que aquí presentamos.
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
21. 8. BOTELLAS.
9. CANDILES.
10. BRASEROS.
11. ANAFES.
12. TAZAS Y/O VASOS.
13. PLATOS.
14. CUENCOS.
15. CANGILONES.
16. PIEZAS DE PEQUEÑO TAMAÑO.
17. ¿FUENTES DESTINADAS A LA PRESENTACIÓN DE ALIMENTOS?
18. ÚTILES DE ALFAR: BARRAS DE ALFARERO Y ATIFLES.
19. RECIPIENTES DESTINADOS A LA PREPARACIÓN DE ALIMENTOS.
20. RECIPIENTES DESTINADOS A LA PRESENTACIÓN DE ALIMENTOS,
PROBABLEMENTE LÍQUIDOS CALIENTES.
21. ORZAS.
22. REDOMAS.
23. BOTES.
24. PIPAS.
25. ¿CAZOS DESTINADOS A LA COCCIÓN DE ALIMENTOS O AL CALENTAMIENTO
DE LÍQUIDOS?
26. TAMBORES.
27. SOPORTES PARA PIEZAS CERÁMICAS.
28. BACINES.
29. CANTIMPLORAS.
30. ¿MACETAS?
31. ¿EMBUDOS?
La tipología que vamos a establecer para la cerámica califal toma como referencia la tipología general de
la cerámica medieval del yacimiento de Cercadilla. Sin embargo, aunque todas las familias han sido enu-
meradas, sólo las presentes en época califal han sido analizadas con detenimiento.
Estas familias se dividen, según la actividad para la que fueron concebidas, en dos grandes apartados, es-
tablecidos a partir de las diferencias existentes entre los recipientes vinculados directamente con el menaje
del hogar, de aquellos cuya funcionalidad no se relaciona expresamente con las actividades domésticas.
De esta manera el menaje doméstico abarcaría la mayor parte de las formas diferenciadas, tales como las
ollas, los jarros/as, los ataifores y jofainas, las tinajas, los lebrillos, las tapaderas, las cazuelas, las botellas, los
candiles, los braseros, los anafes, las tazas y/o vasos, los platos, los cuencos, las piezas de pequeño tamaño,
ya sean juguetes o recipientes destinados a guardar especias u otro tipo de productos, los incluidos dentro
de la familia 17 o probables fuentes destinadas a la presentación de alimentos, los recipientes de la fami-
lia 19, destinados a la preparación de alimentos, los de la familia 20 o probables contenedores de alimentos
–tal vez líquidos calientes–, las orzas, las redomas, los botes, los de la familia 25 o probables cazos
26
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
22. destinados a la cocción de líquidos, los trípodes como soportes de tinajas u otras piezas cerámicas, los baci-
nes, las cantimploras y los de la familia 30, así como los de la familia 31, si se demuestra finalmente que nos
encontramos ante macetas y embudos, respectivamente.
En el grupo de formas cerámicas no destinadas, al menos en principio, al hogar, se encontrarían los can-
gilones, las barras de alfarero y los atifles, los botes, tal vez usados para contener productos no relacionados
directamente con las tareas domésticas, las pipas, que aunque se pueden encontrar perfectamente en una
casa no forman parte del utillaje imprescindible de la misma y los tambores. Junto a estas formas, y dentro
de este apartado, se agruparían aquellos elementos destinados a la construcción, es decir, las tejas y los la-
drillos. Estas dos formas no las hemos incluido en nuestra tipología por cuanto su funcionalidad está direc-
tamente relacionada con la edilicia u otros aspectos vinculados a ella y no aportan, al menos en Cercadilla,
dato alguno de interés tipológico, formal, estilístico o cronológico. Su único interés radica en aspectos edi-
licios que nada tienen que ver con el objeto de este estudio.
Estos dos grandes apartados pueden, igualmente, subdividirse en varios grupos, diferenciados según los
ambientes para los que fueron concebidos los distintos útiles cerámicos.
CERÁMICA DE COCINA
Familia 1. Ollas.
Familia 7. Cazuelas.
Familia 11. Anafes.
Familia 19. Recipientes destinados a la preparación de alimentos.
Familia 25. ¿Cazos destinados a la cocción de alimentos?
CERÁMICA DE MESA
Familia 2. Jarros/as.
Familia 3. Ataifores y jofainas.
Familia 8. Botellas.
Familia 12. Tazas y/o vasos.
Familia 13. Platos.
Familia 17. ¿Fuentes destinadas a la presentación de alimentos?
Familia 20. Recipientes destinados a la presentación de alimentos, probablemente líquidos calientes.
Familia 22. Redomas.
CERÁMICA ASOCIADA A CUALQUIER AMBIENTE DOMÉSTICO
Familia 5. Lebrillos.
Familia 6. Tapaderas.
Familia 9. Candiles.
Familia 10. Braseros.
Familia 14. Cuencos.
Familia 16. Piezas de pequeño tamaño.
Familia 23. Botes.
27
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
23. Familia 27. Soportes para piezas cerámicas.
Familia 28. Bacines.
Familia 29. Cantimploras.
Familia 30. ¿Macetas?
Familia 31. ¿Embudos?
CERÁMICA DE ALMACENAMIENTO
Familia 4. Tinajas.
Familia 21. Orzas.
CERÁMICA RELACIONADA CON ACTIVIDADES NO DOMÉSTICAS
Familia 15. Cangilones.
Familia 18. Barras y atifles.
Familia 24. Pipas.
Familia 26. Tambores.
Dentro de nuestra sistematización creemos importante señalar a qué categoría cerámica pertenece cada
una de las piezas, siguiendo la ya tradicional división que en su día realizó A. Bazzana (1979, 153), en for-
mas cerradas, cuando el diámetro de la panza es superior al diámetro de la boca, y en formas abiertas
cuando la boca es de un diámetro superior, igual o mínimamente inferior al diámetro de la panza8
.
Consideramos igualmente oportuno dejar establecido en qué producción se fabricó cada una de las fa-
milias y cuál ha sido la técnica empleada en la misma.
28
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
8. Rosselló-Bordoy propone cinco apartados básicos en los que engloba a todas las formas cerámicas según su funcionalidad,
estos apartados admiten, igualmente, subgrupos: almacenamiento y transporte; alimentación; uso doméstico; función técnica o
arquitectónica; carácter lúdico. Dentro de estas divisiones “se pueden introducir una serie de hitos intermedios, que maticen la
funcionalidad de las cerámicas, sin olvidar que un espécimen concreto puede tener una polivalencia por cuanto por forma, capacidad,
etc., sea posible su utilización en campos diversos” (ROSSELLÓ-BORDOY, 1995b, 137). Por otro lado, Retuerce (1998, 34),
recoge una clasificación funcional propuesta por Zozaya en su trabajo sobre los candiles de piquera (tesis doctoral inédita), en la
que establece hasta 26 tipos funcionales: “1.útiles en qué beber, 2.útiles en qué comer, 3.útiles en qué cocinar, 4.útiles con qué tapar,
5. útiles para filtrar, 6. útiles en qué almacenar sólidos, 7. útiles en qué almacenar líquidos, 8. útiles de iluminación, 9. útiles para
almacenar tinta, 10. útiles soporte de otros, 11. útiles para envasar, 12. útiles para lavar, 13. útiles para alimentar a una población
infantil o a enfermos, 14. útiles para recoger desechos fisiológicos, 15. útiles para la higiene íntima, 16. útiles para extraer agua, 17. útiles
para destilar, 18. útiles para abluciones, 19. útiles para proteger la extracción del agua, 20. útiles o instrumentos musicales, 21. juguetes,
22. elementos de uso arquitectónico, 23. elementos de uso funerario”. A esta larga lista Retuerce añade: “24. útiles de uso artesanal,
25. útiles de uso ornamental, 26. útiles contenedores de monedas”.
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
24. FAMILIA 1. OLLAS
Cerámica de cocina.
Forma cerrada.
Técnica de fabricación: torno.
Producción: cerámica común.
Olla: “(Del latín Olla). Vasija redonda de barro o metal, que comúnmente forma barriga, con cuello y boca an-
chos y con una o dos asas, la cual sirve para cocer alimentos, calentar agua, etc.” (D.R.A.E., 1992, 1045).
Olla: “Contenedor aplicable al fuego para guisos con abundante líquido, ebulliciones a fuego vivo, etc. Tiene
paredes altas y boca no excesivamente amplia (forma cerrada) asas o muñones de prensión. Nombre árabe
Burma, Qidr” (ROSSELLÓ-BORDOY, 1991, 168).
Nos encontramos ante formas globulares9
, de aspecto algo achatado (se han documentado muy pocos
ejemplares con una altura superior a los 20 cm), de base plana o ligeramente convexa y con doble asa en-
frentada. Las diferencias más notorias entre los ejemplares las localizamos en la forma de los bordes.
Estas formas se modelan, en la mayor parte de los casos, con arcillas poco o muy poco decantadas. Los
desgrasantes, fundamentalmente del tipo micáceo o calizo (e incluso orgánicos), suelen ser de tamaño me-
dio o fino10
, aunque no son raros los desgrasantes mayores. Las pastas son siempre bizcochadas y no se de-
coran, exceptuando algunos ejemplares tempranos en los que se han trazado varias incisiones sobre la
superficie externa como decoración (FUERTES y GONZÁLEZ, 1996, 123, 131). En el siglo XII la superficie
interna de muchos de los recipientes de esta familia aparece vidriada11
.
Las superficies externas aparecen siempre quemadas, exceptuando algunos ejemplares que presentan
pocos restos de fuego. Sin embargo, por lo general, en la mayoría de ellos, la exposición a las llamas o a las
brasas fue tan intensa que las pastas se quemaron completamente, impidiendo, incluso, reconocer el tipo
de cocción con la que se fabricaron.
Hasta el momento se han diferenciado siete tipos formales:
Tipo 1.- Ollas con bordes moldurados hacia el exterior.
1.1.A.- Ollas de cuerpos globulares, base plana o ligeramente convexa, borde moldurado de sección
semi-cuadrangular.
1.1.A.1.- Olla de paredes globulares, doble asa y base plana. Cuello recto con el borde ligeramente
moldurado al exterior. El perfil exterior del borde ofrece una sección semi-cuadrangular, derivada de
la propia moldura (fig. 1.1, lám. 1)12
.
29
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
9. Hemos documentado en muy pocos casos piezas piriformes asociadas a una fase temprana de la ocupación medieval de
Cercadilla (FUERTES y GONZÁLEZ, 1996, 123, 131).
10. El tamaño de los desgrasantes se ha identificado teniendo en cuenta las siguientes gradaciones:
No apreciable.....................(< 0,05 mm.)
Muy fino ...........................(0,05 - 0,1 mm.)
Fino ..................................(0,1 - 0,25 mm.)
Grueso...............................(0,25 -0,5 mm.)
Muy grueso........................(> 1 mm.)
Estas gradaciones se han utilizado durante la clasificación de la totalidad del conjunto cerámico de Cercadilla, ya fuera
medieval o romano (MORENO, 1997, 62).
11. Aunque formalmente las ollas valencianas y las de Cercadilla no presentan rasgos comunes, en ambos casos empiezan a
vidriarse hacia el siglo XII (BAZZANA, 1986, 93).
12. Este tipo de olla ha sido clasificada como un recipiente califal en el Sureste Peninsular (ACIÉNet alii, 1995, 133, nº. 425).
Aparece también enMadïnat al-Zahrã’(VALLEJO y ESCUDERO, 1999, fig. 13). En Badajoz se recuperaron perfiles semejantes
en cerámica bizcochada que fueron fechados entre el siglo XI y los primeros años del siglo XII (VALDÉS, 1985, fig. 2.1-7, 65.3-6,
65.8). Así mismo, ollas con bordes moldurados similares a los aquí presentados se han localizado en Montefrío (Granada), sin
embargo, estos recipientes no se encuadran en una cronología concreta, sino que abarcan un arco temporal muy amplio, entre los
siglos VII y XI, aunque se considera que los momentos de máxima vigencia corresponden a los siglos IX y X (MOTOS, 1986, fig.
3.2, 3.3).
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
25. 1.1.A.2.- Olla de paredes globulares, doble asa y base plana. Cuello entrante y borde moldurado
(fig. 1.2, lám. 2 y 3).
1.1.B.- Ollarematadaenunbordequepresentaunaprofundainflexiónqueoriginadoblemoldura(fig.1.4).
1.1.C.- Olla de paredes globulares rematadas en un borde exvasado, engrosado y moldurado (fig. 1.3).
Tipo 2.- Ollas de bordes exvasados y labios redondeados.
1.2.A.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado. Borde ligeramente engrosado y redondeado
(fig. 2.1).
1.2.B.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado y borde recto y redondeado (fig. 2.2).
1.2.C.- Olla con cuello largo, exvasado rematado en un borde muy exvasado, engrosado y redondeado
(fig. 2.3).
1.2.D.- Olla con cuello recto y borde engrosado hacia el interior y redondeado (fig.2.4).
Tipo 3.- Ollas con cuellos muy poco desarrollados. Bordes rectos, generalmente moldurados al exterior.
Estas piezas están vidriadas en su interior (FUERTES, 1995, 269, lám. 5-6; FUERTES y GONZÁLEZ 1996,
fig. 97).
Tipo 4.- Ollas con bordes exvasados, labios engrosados y caídos hacia el exterior (FUERTES y GONZÁLEZ,
1996, passim).
1.4.A.- Olla de paredes globulares, muy finas, con cuello exvasado y borde engrosado ligeramente caído
hacia el exterior (fig. 3).
Tipo 5.- Ollas con bordes exvasados de sección triangular.
1.5.A.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado y borde exvasado de perfil triangular13
.
1.5.A.1.- Olla de paredes globulares con cuello exvasado y borde exvasado de perfil triangular (fig. 4.1).
1.5.A.2.- Olla de paredes globulares con cuello y borde exvasados, de perfil triangular, este último re-
matado en una arista viva. Al exterior el borde presenta un pequeño bisel en su parte superior (fig. 4.2).
1.5.A.3.-Olla con cuello y borde exvasado de perfil triangular, rematado en una arista recta (fig. 4.3).
1.5.B.- Olla de paredes globulares con cuello cilíndrico y borde exvasado de perfil triangular.
1.5.B.1.- Olla con cuello cilíndrico y borde exvasado de perfil triangular, rematado en una arista
recta (fig. 4.4).
1.5.C.- Olla de paredes globulares y borde engrosado de perfil triangular (fig. 4.5).
Tipo 6.- Ollas con bordes entrantes y labios redondeados (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994b, 280, fig. 2.14;
1996, fig. 95).
Tipo 7.- Ollas con bordes de sección cuadrangular (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994b, 773-774, lám. 1;
1996, fig. 96).
30
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
13. De perfil triangular aparecen ollas enBaþþãna en el Nivel II, fechadas entre los siglos IX y X, aunque en este yacimiento este
tipo de piezas tiene los bordes internos y externos vidriados (CASTILLO y MARTÍNEZ, 1993b, lám. 1.10). También se han
localizado en Lorca (Murcia), asociado a estratos del siglo X o algo más tempranos (MARTÍNEZ RODRIGUEZ, 1994, fig. 5.6).
De esa misma cronología se conocen ejemplares de la Marca Media (RETUERCE, 1998, 288-289, fig. 315-318). Este tipo de
perfil es común en Cercadilla desde el emirato (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994b, fig. 1-2; 1996, fig. 80-81).
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
26. 31
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 1. Ollas
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
27. 32
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figuras 2. Ollas
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
28. FAMILIA 2. JARROS/AS
Cerámica de mesa.
Forma cerrada.
Técnica de fabricación: torno.
Producción: cerámica común, cerámica vidriada, cerámica verde y manganeso, cerámica de cuerda seca.
Jarra: “(Del árabe Yarra, vasija de barro para el agua). Vasija de barro, porcelana, loza, cristal, etc., con cue-
llo y boca anchos y una o dos asas”; Jarro: “(De jarra). Vasija de barro, loza, vidrio o metal, a manera de
jarra y con sólo un asa” (D.R.A.E., 1992, 848).
Jarra: “Contenedor de servicio, de tamaño mediano con asas, o sin ellas. Las de barro poroso sirven para man-
tener el agua fresca. Elemento eminentemente doméstico, aunque sea utilizable en el transporte a causa de
su manejabilidad. Nombre árabe:Õarra, šurba, Jarrita: Básicamente útil para beber (Šurayba) las de boca
ancha; para escanciar líquidos, las de cuello alto, con o sin pico. Nombre árabe:Barrada, pues jarrita es di-
minutivo romance del étimo árabeÕarra. Jarro, Jarrito: Útil para escanciar líquidos (...) con una sola asa,
pico vertedor, o bien pitorro” (ROSSELLÓ-BORDOY, 1991, 164-166).
El mayor porcentaje de recipientes recuperados en nuestro yacimiento es el correspondiente a esta fami-
lia (Gráfico 3). Esta realidad no es sólo característica del período califal, sino que ocurre de igual manera
durante todas y cada una de las fases medievales documentadas en Cercadilla.
33
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 3. Ollas
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
29. 34
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figura 4. Ollas
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
30. Se trata de piezas que por lo general se fabrican con arcillas bastante decantadas, con desgrasantes finos o
muy finos (hay piezas, sobre todo de gran tamaño, en las que se han utilizado desgrasantes gruesos). La
cocción de estos recipientes es por regla general oxidante, lo que origina una coloración de las pastas en to-
nalidades blanquecinas, anaranjadas y/o rojizas, aunque no es despreciable la cantidad de piezas cocidas en
ambiente reductor, lo que provoca la tonalidad grisácea de las superficies de los recipientes.
Las piezas modeladas en cerámica común, suelen estar pintadas. Sin embargo nos encontramos ante un grupo
formalquefuefabricadoencualquiertipodeproducciónyalqueseleaplicótodotipodemotivosdecorativos.
Es muy amplia la variedad formal de esta familia, aunque la mayoría de ellas suelen tener los cuerpos
globulares (los ejemplares que entroncan con las formas visigodas poseen cuerpos más piriformes) que se
estrechan en la zona cercana a la base. Estas suelen ser planas o ligeramente convexas. Muy pocos ejempla-
res tienen bases cóncavas y son, también, muy escasos los recipientes con pies de pequeño tamaño –simila-
res a pequeños mamelones–14
.
Hasta el momento hemos diferenciado 2 tipos, establecidos en función de la forma de las bocas. Estos
tipos se han subdividido en diferentes variantes que a su vez poseen múltiples subvariantes.
Tipo 1.- Boca circular.
2.1.A.- Recipientes de boca circular, cuerpos grandes, globulares o algo piriformes, cuellos largos y es-
trechos. Bases planas y delgadas.
2.1.A.1.- Recipiente con cuello estrecho, de paredes exvasadas, borde exvasado y caído (fig. 5).
35
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 5. Jarros/Jarras
14. Este tipo de base es más común durante períodos más avanzados, aunque también se ha documentado durante el período
emiral (FUERTES y GONZÁLEZ, 1994b, fig. 8.4).
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
31. 2.1.B.- Recipientes con boca circular, cuerpos globulares15
.
2.1.B.1.- Cuellos rectos o ligeramente entrantes (en contadas ocasiones los cuellos son exvasados). Con
base planas, a veces ligeramente convexas lo que las hace algo inestables. Poseen, por lo general, un asa,
aunque algunas veces pueden tener dos. Estas piezas no son muy grandes. Suelen estar pintadas.
2.1.B.1.1- Recipiente con cuello de paredes rectas, borde entrante, de sección triangular. El borde se
separa del cuerpo a través de una escotadura, que le obliga a un cambio de dirección, haciéndolo ligera-
mente exvasado (fig. 6.1).
2.1.B.1.2.- Recipiente con cuello de paredes exvasadas en la zona más cercana a la panza y entran-
tes en la zona más cercana al borde. Éste se separa del cuello a través de una pequeña escotadura,
rematándose en un borde redondeado al exterior y de perfil triangular al interior (fig. 6.2).
36
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
15. Este tipo de recipientes está presente en Cercadilla desde los primeros niveles estratigráficos vinculados a la dominación
islámica (FUERTES y GONZÁLEZ 1994a; 1994b; 1996;). También en Jaén aparecen este tipo de piezas en momentos
claramente emirales (CASTILLO, 1995, 199-200, fig. 10 y 11; 1998, 55, fig. 16).Ya en 1978, Zozaya (1980b, fig. 2 y 3) presentó
este tipo de jarros/as encuadrándolo dentro del emirato y el califato. Jarros/as con este perfil se localizan en multitud de
yacimientos peninsulares, desde Córdoba (AA.VV., 1986, fig. 93-96; VALLEJO y ESCUDERO, 1999, fig. 11) hasta Niebla,
(OLMO, 1986a, fig. 1d; FERNÁNDEZ et alii, 1990, fig. 1), en donde fueron fechados, en un primer momento, entre los siglos
VIII-X, mientras que estudios posteriores los han encuadrado cronológicamente entre los siglos X-XI, eso sí, las nuevas piezas
están carenadas (MACÍAS y BEDIA, 1993, 59, fig. 10). En Baþþãna (Pechina, Almería) han sido fechados en un momento de
transición entre los siglos IX y X (CASTILLO y MARTÍNEZ 1993a, lám. VII, XVIII), mientras que en Almería capital, se han
recuperado en niveles de pleno siglo X (DOMÍNGUEZ, MUÑOZ y RAMOS, 1987, fig. 1). Se han recogido en Ceuta
(FERNÁNDEZ, 1988.III, 101-102). En Málaga (NAVARRO, 1991). En Montefrío Granada, con una cronología que abarca
desde el siglo IX hasta el siglo XI (MOTOS, 1986, fig. 4.8, 4.9; 1993, fig. 8.20-28). En Jaén (VARGAS, 1997, fig. 4). En Lorca
(MARTÍNEZ RODRIGUEZ, 1994, fig.9), y en la misma ciudad de Murcia (NAVARRO, 1986b, nº. 332, 333, 523 a 526;
1990, fig. 7.9, 7.22; MUÑOZ, 1993, 181, fig. 3; MUÑOZ y CASTAÑO, 1994, fig. 7.1, 7.2, 7.3, lám. 5). En la Rábita de las
Dunas de Guardamar, en niveles claros del siglo X y de principios del XI (AZUAR et alii, 1989, 28, fig. 2; 29, fig. 3 a 5; 65, fig. 2;
70, fig. 2, 3; 84, fig. 2 y 3; 118, fig. 4), así como en otros yacimientos alicantinos, donde aparecen con una ligera carena en la zona
de los hombros (GUTIÉRREZ, 1987b, fig. 2.2, 2.3; 1996, 113-115, fig. 42). Documentados también en Mallorca y clasificados
dentro del grupo Marmitas tipo E. Rosselló-Bordoy comentaba su larga perduración, que en Mallorca arrancaba desde momentos
califales llegando hasta el siglo XII (ROSSELLÓ-BORDOY, 1978a, 70, fig. 15 y 16; 1999, 20).
Se han recuperado también en la atalaya de Venturada, en Madrid, (CABALLERO y MATEO, 1990, fig. 5.85 y 5.120). En
Cerro Pelao, en Cuenca, fechados entre la segunda mitad del X y el siglo XI (MONCO, 1987, 224), así como en Toledo
(MARTÍNEZ, 1986, lám. III a VII), concretamente en las excavaciones realizadas en el circo romano, donde han sido fechados en el
primer tercio del siglo X, aunque aparecieron junto a un conjunto cerámico en el que estaban presentes ollas con carena en el borde,
ataifores carenados con asas y jarritas del tipo 1B de Cercadilla carenadas, recipientes que en nuestro yacimiento se han recuperado en
niveles de ocupación del siglo XII. Jarritas tipo 1B de Cercadilla se han documentado en numerosos yacimientos de la Marca Media,
abarcando una cronología muy amplia, desde el siglo X hasta el siglo XII (RETUERCE, 1998, 189-199, 213-215, fig. 145-161,
189-191). En Ibiza, procedentes de los yacimientos de Puig de Molins y de la Cueva de Santa Agnes, –junto a materiales
paleocristianos y mozárabes– (FERNÁNDEZ, 1983, 85, 87, 88, nº. 351, 582 y 1443). Acién defiende, al igual que nosotros, un
origen emiral para estas piezas y una perduración hasta la época taifa (ACIÉN et alii, 1995, 132). En la zona portuguesa se localizan
en Almodôvar, fechados entre los siglos VIII-XI (GUERRA y FABIAO, 1993, 98, fig. 14), en la zona del Algarve (MARTINS DE
MATOS, 1986, lám. 153), en Cidade das Rosas, en Serpa, en donde Retuerce muestra una pieza de características análogas a las que
aquí presentamos (RETUERCE, 1986, 89, fig. 4F) y que sitúa en el período califal (aunque algunos fragmentos de otras formas que
presenta aparecen, al menos en el yacimiento de Cercadilla, solamente a partir del siglo XII, como por ejemplo los ataifores de las figuras
2A, 2B y 2C). También en Cerro da Vila en Vilamoura aparece este tipo de recipientes entre los siglos IX-X (MATOS, 1991, 439).
Su perduración es enorme. Nos encontramos con piezas de características técnicas y morfológicas similares en el siglo XII, no
solamente en Cercadilla (FUERTES, 1995), sino también en multitud de yacimientos. Así las encontramos en Setefilla, en los
estratos más modernos (KIRCHNER, 1990, fig. 14.83), en Caños de Beca, en niveles del siglo XII (CAVILLA, 1992, fig. 18), en
Jerez de la Frontera (MENÉNDEZ y REYES, 1986, lám. III; OLMO, 1986b, lám. III), en Cádiz capital, fechados entre los siglos
XI y XII (GALLARDO et alii, 1999, fig. 6), en Denia (GISBERT et alii, 1992, 151, pieza 050; GISBERT, AZUAR, 1991, 261,
fig. 1I1), y en otros yacimientos alicantinos (AZUAR, 1989, fig. 36, 60, 65b, 94.55-57 y 68) con piezas fechadas desde finales del
siglo XI hasta el siglo XII, o incluso XIII (AZUAR, 1989, fig. 50). En Alicante capital con piezas del siglo XI (ROSSER et alii,
1994, 122) y XII (AZUAR, 1989, fig. 6.402), en el yacimiento de Santa Fe de Oliva (BAZZANA, 1984, 282-287, 1986b, fig. 6),
en Lorca, Murcia (NAVARRO, 1986b, nº. 211, 217 a 220; 1991, nº. 229 a 232; 1997, nº. 30-31). Entre finales del siglo XI y
principios del XII se han documentado en Balaguer, Lérida (GIRALT, 1987, fig. 2). En Calatrava la Vieja en niveles del siglo XII
(RETUERCE y LOZANO, 1986, lám. 12), en Zaragoza, fechados en el siglo XI (VILADES, 1986, lám. IV1 y IV.2), en Badajoz,
en niveles del siglo XI y principios del siglo XII (VALDÉS, 1985, fig. 39, 81-86, 89). En el territorio portugués se han
documentado, igualmente durante el período post-califal en Mértola (TORRES et alii, 1996, fig. 10; MACÍAS, 1996, fig. 4.32),
en el Cerro da Vila (MATOS, 1991, 444) y en la Alcazaba de Santaren (VIEGAS y ARRUDA, 1999).
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
32. 37
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 6. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
33. 38
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figura 7. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
34. 2.1.B.1.3.- Recipiente con cuello de paredes entrantes y borde entrante de sección triangular
(fig. 6.3).
2.1.B.1.4.- Recipiente con cuello de paredes entrantes y borde exvasado, moldurado y de sección trian-
gular (fig. 6.4).
2.1.B.1.5.- Recipiente con cuello de paredes rectas, ligeramente entrantes, borde recto en su parte
externa y engrosado y moldurado en el interior (fig. 7.1).
2.1.B.1.6.- Recipiente con cuello recto, cilíndrico, base plana, ligeramente convexa, cuerpo glo-
bular y borde redondeado algo biselado al interior (fig. 7.2).
2.1.B.1.7.- Recipiente de cuello recto, cilíndrico, paredes globulares, base plana y borde redon-
deado, algo engrosado (fig. 7.3, lám. 4).
2.1.B.1.8.- Recipiente con cuello, de diámetro superior a los 10 cm., de paredes rectas, ligeramente
exvasadas, borde biselado hacia el interior, de sección triangular. Pieza de gran tamaño, podría in-
cluirse dentro del grupo 1C, ya que probablemente posea el tamaño de un cántaro y probablemente
se usara como tal, sin embargo la forma es mucho más similar a la de este grupo (fig. 7.4).
2.1.B.2.- Son recipientes de base plana, a veces ligeramente convexa, cuerpos globulares y cuellos ex-
vasados (FUERTES y GONZÁLEZ 1994a, 778, lám. 3.VI).
2.1.C.- Recipientes de gran tamaño con cuerpos globulares que se estrechan en las bases. Los cuellos son
más anchos que los del grupo 1A. Su funcionalidad estaría en relación con el transporte y almacena-
miento de líquidos, a este tipo de piezas se las reconoce normalmente como cántaros. Suelen tener dos
asas (fig. 8)16
.
2.1.C.1.- Con bordes de sección triangular17
.
2.1.C.1.1.- Recipiente con cuello, de diámetro inferior a los 10 cm., de paredes exvasadas que se
rematan en un borde exvasado de sección triangular (fig. 9.1).
2.1.C.1.2.- Recipiente con cuello, de diámetro inferior a los 10 cm., de paredes exvasadas y borde
exvasado de sección triangular ligeramente engrosado (fig. 9.2).
2.1.C.1.3.- Recipiente con cuello, de diámetro inferior a los 10 cm., de paredes ligeramente exvasa-
das rematadas en un borde exvasado de sección triangular algo engrosado en su interior (fig. 9.3).
2.1.C.1.4.- Recipiente con cuello, de diámetro superior a los 10 cm., de paredes rectas ligera-
mente entrantes y borde exvasado, de sección triangular (fig. 9.4).
2.1.C.1.5.- Recipiente con cuello, de diámetro superior a los 10 cm., de paredes ligeramente en-
trantes, borde exvasado de sección triangular con una ligera inflexión por encima del pico del
borde (fig. 9.5).
2.1.C.1.6.- Recipiente con cuello, de diámetro superior a los 10 cm., de paredes algo exvasadas,
casi rectas, borde exvasado, de sección triangular, ligeramente caído (fig. 9.6).
2.1.C.2.- Con bordes planos en su parte superior.
2.1.C.2.1.- Recipiente con cuello, de diámetro inferior a los 10 cm., de paredes rectas, ligeramente
exvasadas, borde entrante, plano, de sección semi-cuadrangular (fig. 10.1)18
.
2.1.C.2.2.- Recipiente con cuello, de diámetro inferior a los 10 cm., de paredes rectas, borde exva-
sado, plano, ligeramente engrosado (fig. 10.2).
39
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
16. Del mismo tipo se localizan igualmente en Madïnat al-Zahrã’ (VALLEJO y ESCUDERO, 1999, fig. 4).
17. Se han documentado piezas de características similares, asociadas a los siglos IX-X, en el yacimiento almeriense de Baþþãna
(CASTILLO y MARTÍNEZ, 1993a, lám. XVIII.6). Así mismo también se han documentado en Lorca, en niveles de ocupación
fechados en el siglo X (MARTÍNEZ RODRIGUEZ, 1994, fig. 8) y en Murcia capital (NAVARRO, 1990). Perfiles similares a los
de este tipo se han clasificado como califales en la tipología establecida para las formas cerámicas del Sureste Peninsular (ACIÉN et
alii, 1995, 138). En Mértola se han documentado en estratos de los siglos X-XI (KHAWLI, 1993, 72), al igual que en el Castillo
Velho de Alcoutim, en el Algarve portugués (CATARINO, 1992, lám.1.11).
18. Piezas con características similares se han recogido, en niveles del siglo XII, en Calatrava la Vieja, Ciudad Real (RETUERCE,
1998, 228-230, fig. 213-214).
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
35. 2.1.C.2.3.- Recipiente con cuello, de diámetro superior a 10 cm., de paredes ligeramente entran-
tes, borde exvasado plano, ligeramente apuntado (fig. 10.3).
2.1.C.2.4.- Recipiente con cuello, de diámetro superior a los 10 cm., de paredes muy exvasadas,
con borde exvasado, inclinado y plano de sección cuadrangular (fig. 10.4).
2.1.C.3.- Con bordes exvasados y engrosados.
2.1.C.3.1.- Recipiente con cuello, de diámetro superior a los 10 cm., con paredes exvasadas y
borde muy engrosado (fig. 11).
2.1.C.4.- Con bordes exvasados y caídos.
2.1.C.4.1.- Recipiente con cuello, de diámetro inferior a los 10 cm., con borde exvasado y caído
(fig. 12.1).
2.1.C.4.2.- Recipiente con cuello, de diámetro inferior a los 10 cm., con borde exvasado, caído, li-
geramente engrosado (fig. 12.2).
40
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figura 8. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
36. 41
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 9. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
37. 42
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figura 10. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
38. 2.1.D.- Jarras de boca circular, muy similares a las del grupo 1B, aunque presentan como particularidad
un filtro interno en la zona de unión del cuello con el cuerpo. El único ejemplar completo localizado
hasta el momento posee dos asas de apéndice y está decorado con motivos realizados en cuerda seca par-
cial (FUERTES y GONZÁLEZ, 1996, fig. 98).
43
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 11. Jarros/Jarras
Figura 12. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
39. 2.1.E.- Jarros/as de cuellos exvasados y bordes redondeados.
2.1.E.1.- Con cuellos estrechos y bordes exvasados y redondeados.
2.1.E.1.1.- Recipiente de cuello estrecho y borde redondeado (fig. 13.1).
2.1.E.1.2.- Recipiente de cuello estrecho, borde redondeado y labio ligeramente apuntado (fig. 13.2).
2.1.E.1.3.- Recipiente de cuello estrecho, borde redondeado y moldurado (fig. 13.3).
2.1.E.1.4.- Recipiente de cuello estrecho, borde redondeado y engrosado (fig. 13.4).
2.1.E.1.5.- Recipiente de paredes muy estrechas y globulares, base plana y borde redondeado.
Con una sola asa (fig. 13.5, lám. 5).
2.1.E.2.- Con cuellos muy exvasados y bordes redondeados.
2.1.E.2.1.- Recipiente de gran tamaño de cuello exvasado que finaliza en un borde redondeado bi-
selado hacia el interior. El cuello se ha decorado con tres molduritas. La pieza aquí tipificada se en-
cuentra vidriada en verde (fig. 13.6).
2.1.F.- Recipientes con cuellos rectos, ligeramente exvasados y bordes rectos.
2.1.F.1.- Recipiente con cuello, ligeramente exvasado y borde recto y redondeado.
2.1.F.1.1.- Recipiente de cuello recto, algo exvasado en la zona cercana al borde que es redon-
deado. La pieza aquí tipificada se encuentra vidriada en color melado (fig. 14.1).
2.1.F.1.2.- Recipiente con cuello recto, ligeramente exvasado rematado en un borde recto y re-
dondeado algo biselado hacia el interior. La pieza aquí tipificada se encuentra vidriada en color
verde (fig. 14.2).
2.1.F.1.3.- Recipiente con cuello recto, ligeramente exvasado, con borde recto, ligeramente en-
trante, redondeado y con una pequeña moldura en el interior. El cuello se diferencia del cuerpo,
de paredes rectas, a través de un evidente estrechamiento. La pieza aquí tipificada se encuentra vi-
driada en color melado (fig. 14.3).
2.1.F.1.4.- Recipiente con cuello recto y borde recto y redondeado con un suave bisel al interior
(fig. 14.4).
2.1.F.1.5.- Recipiente con cuello recto y borde recto, ligeramente exvasado y redondeado, con
una moldura al exterior (fig. 14.5).
2.1.F.1.6.- Pieza de cuerpo y cuello cilíndricos. Este último con las paredes ligeramente exvasadas
y borde recto y redondeado. La separación entre ambas zonas se lleva a cabo a través de un estre-
chamiento y una marcada carena. Base plana. Solo posee un asa (fig. 14.6, lám. 6).
2.1.F.2.- Recipientes con cuellos rectos, ligeramente entrantes.
2.1.F.2.1.- Recipiente con cuello recto, ligeramente entrante (sobre todo en la zona cercana al
borde) con borde recto, redondeado, algo engrosado al interior. La pieza aquí tipificada se encuen-
tra vidriada en verde (fig. 14.7).
2.1.F.2.2.- Recipiente con cuello recto, ligeramente entrante y borde recto, redondeado, algo bi-
selado al interior. La pieza aquí tipificada se encuentra vidriada en color melado (fig. 14.8).
2.1.G.- Jarros/as con cuellos exvasados y bordes exvasados y caídos.
2.1.G.1.- Recipientes con cuellos exvasados y bordes caídos de sección triangular.
2.1.G.1.1.- Recipiente de cuello ligeramente exvasado y borde caído de sección triangular
(fig. 15.1).
2.1.G.1.2.- Recipiente de paredes exvasadas algo entrantes en la zona del borde que es exvasado y
caído, de sección triangular (fig. 15.2).
2.1.G.2.- Recipientes con cuellos exvasados y bordes desarrollados y caídos.
44
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
40. 45
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 13. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
41. 46
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figura 14. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
42. 2.1.G.2.1.- Recipiente con cuello exvasado y borde muy exvasado y caído. La pieza aquí tipificada
está vidriada en color melado hacia el interior mientras que la superficie exterior se ha fabricado en
verde y manganeso (fig. 15.3).
2.1.H.- Jarros/as de paredes entrantes.
2.1.H.1.- Jarros/as de paredes entrantes y bordes redondeados.
2.1.H.1.1.- Recipiente de paredes entrantes y borde redondeado, ligeramente biselado hacia el in-
terior. La pieza presenta un baquetón que separa la zona del cuerpo con la del cuello. Fue fabricada
en verde y manganeso (fig. 16.1).
47
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 15. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
43. 2.1.H.1.2.- Recipiente de paredes entrantes y borde biselado al interior. En la zona cercana al
borde la pieza presenta una moldura. La pieza está vidriada al interior y al exterior en color verde
(fig. 16.2).
2.1.I.- Jarros/as de bordes de sección triangular.
2.1.I.1.- Jarros/as de cuellos exvasados y bordes de perfil triangular.
2.1.I.1.1.- Recipiente con cuello exvasado y borde muy exvasado de perfil triangular (fig. 17.1).
2.1.I.1.2.- Recipiente con cuello exvasado (con un saliente en todo el perímetro del cuello) y
borde exvasado de perfil triangular algo engrosado (fig. 17.2).
2.1.I.2.- Jarros/as con cuellos entrantes y bordes exvasados de perfil triangular.
2.1.I.2.1.- Recipiente de paredes ligeramente entrantes, que se exvasan el la zona más cercana al
borde, que es algo engrosado y de sección triangular (fig. 17.3).
48
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figura 16. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
44. 2.1.J.- Poseemos una sola pieza de este tipo. Jarro/a de pequeño tamaño con cuello de paredes exvasadas
y borde exvasado de sección triangular con resalte en la zona superior. La pieza aquí tipificada ha sido vi-
driada en color verde (fig. 18).
2.1.K.- Poseemos una sola pieza de este tipo. Jarro/a con cuello de paredes muy exvasadas y borde muy
engrosado de sección ligeramente triangular (fig. 19).
2.1.L.- Poseemos una sola pieza de este tipo. Jarro/a de paredes ligeramente entrantes y borde lenticu-
lar, casi plano en su parte superior (fig. 20).
49
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 17. Jarros/Jarras
Figura 18. Jarros/Jarras
Figura 19. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
45. 2.1.M.- Piezas con bordes biselados al interior.
2.1.M.1.- Piezas de cuellos cilíndricos, altos y estrechos rematados en bordes biselados al interior.
2.1.M.1.1.- Recipiente con cuello de paredes rectas, estrechas y borde biselado al interior (fig. 21.1).
2.1.M.1.2.- Recipiente con cuello cilíndrico, de paredes estrechas, ligeramente exvasadas y borde
algo engrosado, biselado al interior. La pieza aquí tipificada conserva el arranque de un asa que
parte del borde y se eleva por encima de él (fig. 21.2).
2.1.N.- Poseemos una sola pieza de este tipo. Se trata de un jarro de paredes rectas, solero plano, cuello
cilíndrico, moldurado y borde exvasado de sección triangular. La pieza aquí tipificada ha sido vidriada
en color verde y presenta una decoración impresa de trazos cruzados (fig. 22).
2.1.Ñ.- Poseemos una sola pieza de este tipo. Pieza de paredes globulares, solero plano, cuello recto y
borde recto y redondeado. En uno de sus laterales se ha modelado un pitorro destinado a la salida del
continente. No tiene asa (fig. 23).
2.1.O.- Jarros/as de cuellos moldurados.
2.1.O.1.- Recipiente con cuello moldurado, ligeramente exvasado, con un ensanchamiento en la
zona más cercana al borde que es exvasado y redondeado (fig. 24).
Tipo 2.- Boca trilobulada.
2.2.A.- Cántaros.
Los que aquí estudiamos son aquellos jarros/as cuya funcionalidad debió estar directamente relacionada
con el transporte de líquidos. Nos referimos evidentemente a los cántaros, que al igual que los del tipo 1C
son formas de gran tamaño, con una altura que oscila en torno a los 40 cm. y cuerpos globulares que sufren
un fuerte estrechamiento en la zona de la base, que es plana, a veces ligeramente convexa (la estabilidad se
50
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figura 20. Jarros/Jarras Figura 21. Jarras/Jarros
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
46. compensaría al utilizar algún tipo de soporte para su sujeción). Los cuellos también son estrechos, al igual
que las bocas, que en estos casos son trilobuladas (fig. 25, lám. 7). Las piezas se han tipificado por la forma
de los bordes. Sólo poseen un asa.
2.2.A.1.- Cántaros de bordes moldurados.
2.2.A.1.1.- Pieza con cuello de paredes exvasadas y borde moldurado, ligeramente apuntado
(fig. 26.1).
2.2.A.1.2.- Pieza con cuello de paredes exvasadas y borde moldurado (fig. 26.2).
2.2.A.1.3.- Pieza con cuello de paredes exvasadas y borde moldurado. La moldura inferior es lige-
ramente más gruesa que la superior (fig. 26.3).
2.2.A.1.4.- Pieza con cuello exvasado y borde con doble moldura (fig. 26.4).
2.2.A.1.5.- Pieza de cuello ligeramente exvasado y borde recto y moldurado en el labio (fig. 26.5).
2.2.A.2.- Cántaros con bordes entrantes de sección triangular.
2.2.A.2.1.- Pieza de cuello exvasado y borde entrante de sección triangular (fig. 27).
51
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 22. Jarros/Jarras
Figura 23. Jarros/Jarras
Figura 24. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
47. 52
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figura 25. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
48. 53
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 26. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
49. 2.2.A.3.- Cántaros con bordes engrosados.
2.2.A.3.1.- Pieza de cuello exvasado y borde muy engrosado con ligera sección triangular (fig. 28.1).
2.2.A.3.2.- Pieza de cuello exvasado y borde engrosado y redondeado (fig. 28.2).
2.2.A.4.- Cántaros de bordes caídos.
2.2.A.4.1.- Pieza con cuello exvasado y borde muy exvasado ligeramente caído (fig. 29).
2.2.A.5.- Cántaros de bordes redondeados19
.
2.2.A.5.1.- Pieza de cuello exvasado y borde redondeado (fig. 30.1).
2.2.A.5.2.- Pieza de cuello exvasado y borde exvasado y redondeado (fig. 30.2).
2.2.A.6.- Cántaros con bordes cuadrangulares.
2.2.A.6.1.- Pieza de cuello corto con paredes exvasadas y borde de sección cuadrangular con el la-
bio redondeado (fig. 31.1)
2.2.A.6.2.- Pieza de cuello con paredes muy exvasadas y borde de sección cuadrangular ligera-
mente redondeado. Esta pieza es de grandes dimensiones (fig. 31.2).
2.2.A.7.- Cántaros de bordes exvasados de sección triangular.
2.2.A.7.1.- Pieza de cuello estrangulado y borde muy exvasado de sección triangular (fig. 32).
2.2.B.- Solamente conocemos un ejemplar de este tipo. Pieza de cuerpo globular, cuello recto ligera-
mente exvasado y borde muy exvasado y redondeado. Posee un asa en la zona inversa al pico vertedor
(fig. 33).
2.2.C.- Solamente conocemos un ejemplar de este tipo. Pieza de cuerpo globular, cuello entrante y
borde redondeado. No conservamos la base y desconocemos si poseía algún tipo de elemento de pren-
sión (fig. 34).
2.2.D.- Jarros de cuerpos globulares. Bases planas o ligeramente convexas. Bordes redondeados.
54
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figura 27. Jarros/Jarras
19. Piezas similares a estas se han presentado como califales en la tipología cerámica elaborada para el Sureste peninsular (ACIÉN
et alii, 1995, 138)
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
50. 2.2.D.1.- Con cuellos exvasados.
2.2.D.1.1.- Jarro de cuerpo globular, base plana, cuello ligeramente exvasado, separado del borde
a través de una carena de la que parte un asa que finaliza en la parte más ancha de la zona mesial.
Borde exvasado y redondeado (fig. 35.1, lám. 8)20
.
2.2.D.1.2.- Jarro de cuerpo globular, algo achatado. Cuello cilíndrico que se remata en un borde
ligeramente exvasado y redondeado. Presenta una carena por debajo del borde (fig. 35.2, lám. 9).
55
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 29. Jarros/JarrasFigura 28. Jarros/Jarras
20. Ya se conocía en Córdoba la existencia de piezas de este tipo, aunque no se les había asignado una fecha concreta (AA.VV.,
1986, fig. 65).
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
51. 56
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figura 30. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
52. 57
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 31. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
53. 58
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figura 32. Jarros/Jarras Figura 33. Jarros/Jarras
Figura 34. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
54. 59
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 35. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
55. 2.2.D.2.- Con bordes rectos.
2.2.D.2.1.- Pieza de pequeñas dimensiones de base plana, paredes globulares que finalizan en un
cuello cilíndrico de paredes rectas rematadas en un borde biselado al interior (fig. 36, lám. 10).
2.2.E.- Pieza de la que sólo conservamos parte del cuello entrante y el borde de sección triangular
(fig. 37).
Como se ha podido observar a lo largo del estudio de esta familia, son muy escasas las piezas que conser-
van el perfil completo. Sin embargo, y teniendo en cuenta que algunos recipientes tuvieron unos perfiles
muy originales (fig. 38.2, de base convexa y cuerpo muy moldurado al exterior), la mayor parte de las for-
mas responden a esquemas muy similares, siendo lo más característico que los cuerpos sean más o menos
globulares (fig. 6, 7, 38.6, 38.7) o con tendencia a ser piriformes (fig. 38.5, 118), con la base plana, ya sean
de pequeño o gran tamaño (fig. 38.1), aunque algunas piezas, sobre todo cántaros, pueden tener esa base
ligeramente convexa. En muy pocas ocasiones hemos documentado ejemplares carenados (fig. 38.4).
60
LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA, CÓRDOBA
Figura 36. Jarros/Jarras Figura 37. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR
56. 61
SISTEMATIZACIÓN TIPOLÓGICA DE LA CERÁMICA CALIFAL DEL YACIMIENTO DE CERCADILLA
Figura 38. Jarros/Jarras
Índice general Buscar texto AYUDA SALIR