El documento describe el sistema penal en el Antiguo Régimen del siglo XVIII. La sociedad estaba dividida en tres clases, con privilegios para la nobleza y la iglesia. No había división de poderes y el monarca concentraba el poder. Los nobles tenían inmunidad y no podían ser juzgados por plebeyos. La mayoría de la población carecía de derechos y seguridad. Los señores feudales mantenían el control jurídico sobre sus tierras y podían condenar a muerte a sus siervos.