1. Parroquia Santo Niño de Cebú CUARESMA 2012 Franciscanos TOR
CHARLA CUARESMAL
(05-03-2012)
Mons. Carlos Amigo, OFM Obs.
Siempre buscando, siempre buscando.
Cuando somos pequeños buscamos ser mayores para hacer nuestra voluntad.
Cuando somos mayores, buscando el trabajo, que pase la enfermedad…
Algunos días estamos llenos de ilusión, bondad y al día siguiente antipáticos..
Con algunas personas da gusto vivir y otros son pesados y cargantes.
Algunos días tenemos mucha fe y fervor y al día siguiente no somos capaces de rezar
un padrenuestro.
Qué poco somos, qué poca estabilidad emocional, cualquier cosa nos tambalea…
¿Somos tan poca cosa?.
Hay una niebla que no nos deja ver las cosas como son, detrás está el sol. Mira la
manera de disipar la niebla para encontrarte con la verdad.
Dónde está Dios.
Por qué pasan estas cosas: tienes bastante salud, tienes trabajo para sacar adelante a
tu familia.
No, a Dios hay que dejarle en evidencia.
Por qué trabajas de la noche a la mañana, te dirá tu hijo, porque te quiero.
Por qué pasan estas cosas, porque Dios nos quiere.
El Papa dice que la gente vive como si Dios no existiera.
En lugar de buscar déjate encontrar, porque te quiere. Él ya te ha encontrado a ti. No
busques lejos lo que está en ti. Ya lo decía S. Agustín.
Dios es un misterio: mal empezamos, un paredón. La razón y la inteligencia a un lado.
No.
Quieres a tu hijo cuando se porta bien y cuando se porta mal. Es un misterio. No es
oscuridad. Es grandeza.
Dios es grande, admirable. Cuanto más le quieres, más le quieres, querer. Qué
misterio.
Entonces Dios: misterio.
¿Y el hombre?: un desastre.
Nos ha creado Dios, nos ha redimido con su sangre, nos ha hecho hijos en el bautismo.
¿Te gustaría que te dijera tu hijo: todo lo que me has dado es pacotilla?. No te
gustaría.
No es soberbia, nos responsabiliza el aceptarlo, ser hijos de Dios.
Dios quiere encontrarse con nosotros.
Pero hacemos como Jonás, nos escaqueamos, para vivir como si Él no existiera. Para
que no me complique la vida.
“Mirarse mucho a uno mismo trae desmayo” (S. Juan de Ávila).
Hay que tener luces largas.
Cuántas dificultades hay en el mundo. Qué vas a hacer. Lo que más le guste a Dios. Y
qué es. Pregúntaselo.:

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Que le gustará más a Dios, que tiendas la mano al que te volvió la espalda o que se la
des tú también.
Que cumplas con tus obligaciones profesionales familiares o que no.
Dios vive con nosotros.
Su Espíritu, que recibimos en el bautismo.
En la voz de la conciencia.
En la Sabiduría dice: el trato con Dios no tiene amargura.
Como hablamos poco con Dios vivimos dando tumbos de un lado a otro. Ese Dios tan
cercano y que está en todas partes.
Pero parece que yo siempre me encuentro en otro sitio.
Será porque tenemos “los aljibes agrietados”. Porque está lloviendo a chorros. Y no
mantenemos el agua, se nos escapa por las grietas.
No te quejes de que Dios no te bendice, cierra el paragüas: de la indiferencia, del
distanciamiento de Él.
Vivimos tiempos difíciles, pero miremos la historia y no es para tanto. Son tiempos de
Dios en cualquier caso, el que nos toca vivir.
El Señor es mi pastor….Aunque camine por cañadas oscuras nada temo porque tú vas
conmigo.
S. Pablo dice que hay que tener cuidado con las raíces amargas.
Será el pecado original, el gusanillo del mal que, en cuanto nos descuidamos un
poco…cuidado que no rebrote.
Y la ceniza para el miércoles y nada más.
Cuando el Señor multiplica el pan todos están felices y llega uno por detrás y echó
ceniza en todos los platos y ya nadie quería comer.
Deja en paz la ceniza.
No des la noche a tu familia ahora cuando vayas a cenar, riñe con tu marido….no, deja
la ceniza, no robes la vida de los demás.
La vida no es sólo crecer, es la fuerza del amor, de la esperanza, de la alegría….no
tenemos derecho a robarlo.
No podemos hablar de Dios sino con sus palabras, no con nuestras propias
ocurrencias.
¿Tú crees en Dios?. Sí, por la noche, por el día no me acuerdo nada. Antes de dormir
rezo las oraciones.
No, en la noche oscura, enfermo, sin trabajo…el resto ni me acuerdo de Dios.
No se trata sólo de creer en Dios, sino de creerlo, lo que me dice, hacerle caso, seguir
lo que Él nos ha dicho en su hijo Jesucristo.
Qué malo es morir de sed y morir de hambre, teniendo el agua y la despensa llena.
No te quejes de hambre. Abre el armario de los auténticos alimentos.
El corazón del hombre se lo disputan unos y otros.
Hay que orientar la vida.
Qué quieres: dinero, presunción…
Como cristianos cuál es nuestra motivación: fidelidad a Dios de Nuestro Señor
Jesucristo.
Porqué el dolor, la enfermedad, crisis….
La fe es todo la contrario, responder a las preguntas que Dios nos hace: ¿eres capaz de
perdonar, compartir, llorar con el que llora, y reír con el alegre…?.

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El que hace las preguntas es Dios y la fe es la respuesta a las preguntas que Dios nos
hace.
Para entrar a esta audiencia con Dios no se puede entrar si no va uno descalzo. Como
Moisés ante la zarza, no entiende nada, pero primero a descalzarse, del orgullo,
altanería, prejuicios…
Con sencillez.
Es muy fácil, es olvidarse de uno mismo y dar la vida por los demás: por tus hijos, por
tus nietos…ya lo haces todos los días.
Fácil cuando hay amor.
Lo difícil es por los demás, pero sin que se note. Mordiéndose los labios para no decir
lo que se merece, no “enterarse” de la humillación recibida, abrir los brazos al que te
dio el portazo…
Sentido de generosidad sin humillar a nadie.
Para esto hay que entrar descalzo.
Como Job, había oído hablar mucho de Ti, pero han tenido que arrancarme la piel a
tiras para que te viera cara a cara: la enfermedad, perder el trabajo…para darme
cuenta de lo que vale la familia…
Nos arrancan la piel de muchas cosas para que nos demos cuenta de lo esencial.
En Dios vivimos, nos movemos y existimos. Por qué no vemos a Dios.
Sólo los limpios de corazón ven a Dios, dice el Evangelio.
No con soberbia, envidia y amargura viendo lo que tienen los otros….
Cómo se limpia el corazón.
S. Agustín dice que Dios ha puesto en nuestras manos un paño muy blanco para
limpiarlo: la misericordia. Es recoger lo mejor de uno mismo y ponerlo a disposición de
los demás.
El perdón. ¿Te han ofendido mucho?. Perdona.
No quiero. No digas no puedo.
Tienes una capacidad de bien, de justicia y de paz, encerrada en un cofre.
Te lo digo con una copla:
“Lo que más pena me da es que tengas tan mal sonido siendo de tan buen metal”. Le
dice la novia al novio. La madre del novio era una santa, el buen metal.
Hijos de Dios, de tan buen metal.
La misericordia es recoger lo mejor de nuestra vida y ponerlo a disposición de los
demás.
Capaz de limpiar el corazón.
Tu Luz nos hace ver la Luz.
Nos hiciste para Ti e inquieto está nuestro corazón hasta descansar en Ti.
No busques más al que ya te ha encontrado.