Una sesión de fotodepilación suele durar entre 15 y 90 minutos dependiendo de la zona del cuerpo que se trate, el tipo de vello y la sensibilidad del paciente. Generalmente se necesitan entre 4 y 5 sesiones para eliminar el 80% del vello, dejando solo un vello muy fino. Se recomienda hacer retoques esporádicos una vez finalizado el tratamiento para garantizar un mejor resultado a largo plazo.