Los colores secundarios se obtienen mezclando a partes iguales los colores primarios de dos en dos. Existen dos modelos principales de colores secundarios: el sustractivo (cian, magenta, amarillo) que se usa en pigmentos y el aditivo (rojo, verde, azul) que se usa en fuentes de luz. El modelo RYB originalmente propuesto por Goethe genera tonos sucios y es impreciso, por lo que fue reemplazado por el modelo CMYK usado actualmente en la industria.