1. ¿COMO HACER CONSUMIBLE EL 97% DE AGUA SALADA QUE COMPONE A NUETRO PLANETA? Debido a que el agua es un recurso natural no renovable y que en nuestro planeta la cantidad de agua apta para el consumo humano es de un mínimo porcentaje y en los últimos tiempos el hombre no lo a utilizado de la mejor manera esto atraído como consecuencia que en muchas partes, este preciado liquido se ha venido escaseando con mucha frecuencia, él en búsqueda de una solución ha optado por ingeniarse la forma de de transformar el 97% de agua salada que compone a nuestro planeta que se encuentra repartido entre (océanos, glaciares),en agua consumible para el ser humano, ya que se ha notado que nuestros recursos hídricos se están agotando. El hombre a recurrido a unos procesos llamados desalinización, los cuales consiste en extraer la sal del agua de mar a fin de convertirla en apta para el consumo humano, son diversos estos procesos entre los cuales podemos encontrar actualmente y están divididos en dos grupos: los que realizan un cambio de fase para obtener agua pura y los que funcionan sin cambio de de fase. ESTADO DEL ARTE INVENTO DE FUTUROEl escritor y la profecía del aguaVázquez Figueroa prepara los proyectos de dos desaladoras para los mares Rojo y MuertoTres años después de inventar un sistema revolucionario para potabilizar el agua marina, el autor de «Tuareg» ha recibido el encargo de Jordania de proyectar dos desaladoras para los mares Rojo y Muerto. ¿Jubilará Vázquez Figueroa los embalses y los trasvases? ILDEFONSO OLMEDOUna nueva vida que procederá del Templo lo revivirá». El novelista Alberto Vázquez Figueroa se remonta hasta los textos bíblicos del Antiguo Testamento. Las profecías de Ezequiel y Zacarías sobre el Mar Muerto («Una nueva vida...») hablan de lo mismo por lo que él acaba de visitar Jordania: el agua. Mejor dicho, hablan de la escasez en las mismas arenas por donde un día marchó Lawrence de Arabia. Y Vázquez Figueroa ha regresado de aquellos desiertos con un encargo de las autoridades jordanas: presentar un proyecto para construir dos plantas desaladoras capaces de convertir en potable las aguas de los mares Rojo y Muerto en las orillas jordanas.Si finalmente la Water Authority (autoridad del agua) del país árabe, cuyo secretario general es Munther A. Khleifat, opta por la oferta española, que será presentada a través de la compañía sirio-germana Dogmoch, Vázquez Figueroa tendrá la oportunidad de demostrar que su desaladora «no es el invento de un escritor chiflado» que ha dedicado dos novelas -La ordalía del veneno y En busca del agua- a perfilar los detalles de su hallazgo. El mismo escritor que, en 1978, en otra novela ahora reeditada (Nuevos dioses) vaticinó, a lo Julio Verne, que la ingeniería genética terminaría pariendo clónicos como la archiconocida oveja Dolly.Hace ya más de tres años que el creador canario (Santa Cruz de Tenerife, 1936) comenzó su viaje en busca del agua. En 1995 sorprendió a todos presentando en sociedad un invento revolucionario contra la sequía: una planta desalinizadora de agua marina por ósmosis inversa que, al sustituir gran parte de la energía eléctrica por la fuerza de la gravedad, logra potabilizar el líquido a precios entre tres y cuatro veces inferiores a los de las desaladoras convencionales.La novedad del sistema de Vázquez Figueroa consiste en que el agua salada, en lugar de ser impulsada en tuberías horizontales, es vertida en pozos de 700 metros de profundidad. Debido a la fuerza de la gravedad, se consigue abajo una presión de 70 atmósferas, que es la que necesitan las membranas de ósmosis inversa para purificar el líquido y desechar la sal. Las desaladoras actuales realizan el proceso en horizontal y requieren por ello de potentes turbo-bombas capaces de impulsar el agua a la presión idónea para su potabilización.El invento -como la fregona, el chupa-chups y el tren talgo- dispone de patente internacional desde el 1 de septiembre de 1997. Hoy está reconocido en 96 países.El 20 de febrero de 1997 el periódico inglés Financial Times hablaba de «piedra filosofal» que, de dar resultados óptimos, solucionaría la escasez en las regiones áridas del planeta.Agua en el desiertoY Jordania (en general, todo el Oriente Medio) es una de esas zonas. Allí el agua es, además, una de las claves para resolver el conflicto árabe-israelí. Es tan acuciante el problema de carestía de líquido que las propias autoridades jordanas, en un documento fechado en abril de 1997 y realizado por encargo del Ministerio del Agua y de Irrigación, dejaban constancia entonces de que todas las reservas de agua potable del país quedarían agotadas antes del 2005. «Y no conocemos cómo podrán renovarse», decía textualmente el documento.En este contexto, el invento de Vázquez Figueroa llega como caído del cielo al mismo desierto donde Moisés hizo manar agua dulce de una roca. Hasta Jordania el autor de Tuareg llegó de la mano de la Dogmoch Group of Companies, una multinacional que tiene radicada su cabecera en Beirut y que preside el financiero sirio M. Yassin Dogmoch, un habitual de la costa marbellí. La compañía germano-siria está interesada en desarrollar la tecnología revolucionaria de Vázquez Figueroa, quien a su vez ha creado su propia empresa para desarrollar las desaladoras que llevan su nombre (AVF). Sus socios empresariales son el Swiss Bank Corporation (SBC Warburg), Juan Abelló (a través de Inversiones Ibersuiza) y la firma española de minería Obras Subterráneas SA. La iniciativa empresarial cuenta, además, con el respaldo del grupo Dupond (primer fabricante mundial de membranas) y de la empresa de ingeniería Ghesa. Técnicos de esta última firma, especializada en construcción de centrales nucleares (Almaraz, Trillo y Cofrentes), certificaron en mayo de 1997 que el coste de producir un metro cúbico de agua desalada por el sistema AVF es de 35 pesetas, a las que habría que sumar otras 14 en concepto de amortización de la planta. En cualquier caso, muy por debajo de las más de 100 pesetas que vienen cobrando las desaladoras convencionales por cada metro cúbico.«Pese a los intereses de las grandes constructoras, de las eléctricas y de ciertos ministerios, desaladoras como las que yo he inventado son el futuro. Es triste que el primer sitio donde se pueda instalar una planta mía sea en Jordania y no en España», afirma el propio Vázquez Figueroa. Mientras su empresa ultima la oferta definitiva que el grupo Dogmoch presentará a Jordania, el escritor negocia con una comunidad autónoma española muy interesada en su tecnología.Para Jordania, en tanto no se materializa el proyecto español del que prefiere no dar más detalles hasta que no esté definitivamente cerrado, Vázquez Figueroa está negociando dos plantas desaladoras: una para desalinización de aguas del mar Rojo (35.000 miligramos de sal por litro), que se instalaría en Aqaba, y la otra para agua salobre (entre 5.000 y 7.000 miligramos de sal por litro) en el valle del Jordán, en el área de Al-Sweimeh, al norte del mar Muerto.La desaladora de Aqaba tendría una capacidad de producción inicial de entre 100.000 y 150.000 metros cúbicos de agua potable al día, y un coste que rondaría los 12.000 millones de pesetas. La del mar Muerto, más pequeña, reduciría considerablemente su coste por diversos factores. «Al estar hablando de una zona montañosa, con grandes pendientes, el coste se reducirá considerablemente. No será preciso hacer grandes pozos, sino aprovechar las caídas del terreno con tubos verticales. Además, al ser agua entre una tercera y una cuarta parte menos salada que la del mar, en lugar de 70 atmósferas precisará de unas 25 para convertir el líquido en dulce», explica el propio novelista.A su regreso del país vecino de Israel, Siria y Arabia Saudí, Vázquez Figueroa ha concebido un plan aún más ambicioso. Se trata de un proyecto de futuro, que depende en gran medida de las negociaciones de paz en la zona. Supondría llevar agua del mar Rojo, a través de casi 170 kilómetros de desierto, hasta el mar Muerto, en una de cuyas orillas se instalaría una gran planta desaladora que acabaría con la escasez de líquido en prácticamente toda Jordania e incluso en parte de Israel.Y ahí es donde uno de los novelistas españoles contemporáneos más leídos en el mundo conecta con las profecías de Ezequiel y Zacarías. Si no convertir el agua en vino, él pretende el milagro de conectar los mares Rojo y Muerto aprovechando un desnivel natural de casi 400 metros. De alguna manera, no sería sólo zahorí del desierto sino que contribuiría a aportar vida al mar Muerto, que contiene hoy 130.000 millones de metros cúbicos de agua nueve veces más salada que la marina.Vázquez Figueroa ha bautizado el proyecto -se detalla en el infográfico de la derecha- con el nombre de los dos países que más directamente se beneficiarían: «Desaladora AVF Jordania-Israel».Revivir al mar MuertoEl agua se extraería del mar Rojo en Aqaba y terminaría, una vez dulcificada, en las conducciones de Amán, capital de Jordania. La planta desaladora iría instalada en la orilla del mar Muerto, distante unos 170 kilómetros del Rojo. La depresión geográfica en la que se encuentra el mar Muerto (392 metros bajo el nivel del mar Rojo) posibilita que, con un pozo de sólo 300 metros de profundidad, y debido a la pendiente de casi 400 metros que ya tiene el terreno allí, se alcancen los 700 metros necesarios para su proceso de desalación.Lo explica el propio autor: «Instalaríamos tuberías capaces de canalizar al día un millón y medio de metros cúbicos. Dos terceras partes acabarían en la desaladora del mar Muerto, que podría producir así medio millón de metros de agua potable al día. El resto del caudal se utilizaría para producir energía en un salto de agua de 392 metros, que es el desnivel del terreno en la zona. Ese agua, y la salmuera sobrante de la desaladora, terminaría en el mar Muerto. Además de revitalizar dicho mar, conseguiríamos la energía eléctrica necesaria para que todo el proceso tuviera un coste cero».Según datos que viene manejando Vázquez Figueroa tras su reciente encuentro con Munther A. Khleifat, responsable de la estrategia del agua en Jordania, el coste del líquido potable en el reino hachemita está entre 130 y 140 pesetas una vez que alcanza las canalizaciones de las principales ciudades. Su proyecto les garantizaría agua nunca por más de 40 pesetas.«La desalinización», reflexiona el novelista canario, que consume agua de desaladora en su casa de Lanzarote a 400 pesetas el metro, «es el gran progreso. Antes de 10 años el agua de mar se podrá transformar en dulce a precios muy asequibles. Nosotros estaremos a la cabeza... Siempre que haya costa cerca se podrá tener el agua que se quiera sin necesidad de esperar a que llueva. Adiós a los trasvases. Estamos ante una revolución agrícola y social para años venideros».¿Tienen futuro los trasvases?Cada vez que Alberto Vázquez Figueroa oye hablar de trasvases de ríos se echa las manos a la cabeza. El está convencido de que una apuesta decidida por las grandes plantas desaladoras haría innecesarios tanto cambalache entre distintas cuencas. Se descartaría, por ejemplo, el polémico y costosísimo trasvase del Ródano francés hacia las cuencas catalanas, un proyecto faraónico que no termina de contar con las bendiciones ministeriales: «La política del agua no se soluciona sólo con trasvases. Estos son el último recurso», ha dicho la titular de Medio Ambiente, Isabel Tocino.Cuanto más a largo plazo se mire, peor parado sale este tipo de proyectos faraónicos. Según un informe sobre el cambio climático realizado por el Instituto Geominero que obra ya en manos del Ministerio de Agricultura, todas las obras que se realicen en embalses y trasvases será dinero perdido dentro de seis décadas, allá por el año 2060. Para entonces, todas las grandes cuencas peninsulares habrán mermado sus recursos hídricos un 17%.El estudio, realizado por Francisco Ayala y Alfredo Iglesias, técnicos del referido Instituto Geominero, asegura que las inversiones en los más de 200 embalses y trasvases contempladas en los Planes de Cuencas auspiciados por Medio Ambiente y aprobados en abril podrían suponer una pérdida de más de tres billones de pesetas. Dicho de otra manera: la infraestructura resultante de tales inversiones quedaría prácticamente inservible por falta de agua.Mientras tanto, los mares seguirán aumentando sus aguas. O eso es, al menos, de lo que alerta un reciente estudio sobre las consecuencias del efecto invernadero en el Polo Sur del planeta. El calentamiento de la tierra, advierte Michael Oppenheimer desde el Fondo para la Defensa Medioambiental de Nueva York, podría aumentar el nivel del mar entre cuatro y seis metros debido al deshielo en la Antártida.En este contexto, Vázquez Figueroa se ha dirigido a la Dirección General de Energías de la Unión Europea y a la Dirección General de Política Regional para mostrar su proyecto. Tanto para él como para sus socios sería fundamental que los 15 contribuyeran a la financiación de proyectos como el de Jordania. Ya lo hace, junto con Estados Unidos, en las obras de construcción de un inmenso pozo que se viene excavando en la frontera jordana-saudí. El proyecto Disi, nombre de la zona, tiene un coste aproximado de 600 millones de dólares. Y no hay ningún pozo tan inagotable como el mar.Según estimaciones de Maher Dogmoch, directivo de la compañía que lleva el apellido de su padre y que pretende desarrollar la tecnología de Vázquez Figueroa en Oriente Medio, las plantas desaladoras AVF tendrían un coste muy por debajo del proyecto Disi. «Dependerá de su capacidad». Si es de 100.000 metros cúbicos, entre 60 y 80 millones de dólares; si es de 200.000 metros cúbicos, de unos 140 millones de dólares. «Si Jordania, que ya estudia otras cinco ofertas llegadas de EEUU, Francia e Israel, apuesta por nosotros garantizamos el suministro de agua para 25 años».La desalación como fuente deagua de consumoEl agua de mar es un recurso inagotable que, tras ser desalada, puede garantizar elabastecimiento de agua a muchas poblaciones. La Unión Europea avala la desalación yapoya su desarrollo financiando plantas desaladorasViernes, 17 de Octubre de 2008DESARROLLOINTELIGENTE.ORG, madridiario.esLa ósmosis inversa está siendo una de las técnicas más eficientes para desalinizar. El proceso consiste en generar una solución acuosa con bajo contenido en sal, haciendo pasar agua salada por una membrana con permeabilidad selectiva al agua. El proceso de separación se debe a las diferentes solubilidad y difusividad en la membrana de los componentes de la solución acuosa. Tras aplicar una presión, superior a la osmótica, en el lado de la solución concentrada se consigue que el flujo se desplace desde la solución concentrada a la diluida, obteniéndose finalmente el aguadesalada. La Fundación IMDEA-Agua ha participado en la sesión vinculada a la semana temática “Nuevas fuentes de Agua, Reutilización y Desalación”, en el pabellón de la Tribuna del Agua ycon la colaboración de ACUAMED, en la mesa redonda sobre ¿cómo sabe el agua desalada?, para explicar cómo funciona una planta desaladora, qué costes económicos y ambientales genera y debatir sobre la importancia de la innovación tecnológica, algofundamental para reducir los costes.Entre las cuestiones abordadas se incluyeron aspectos ambientales en relación al cambio climático, porque si bien la desalación es una solución a la escasez de agua, su consumo energético es un tema que preocupa. Es la investigación e innovación tecnológica (por ejemplo membranas de baja presión, bombeos más eficientes) la que permite que haya cada vez más ahorro y mayor eficiencia en el consumo de agua y energía. El público asistente expresó sus dudas que fueron resueltas por los expertos participantes en la mesa redonda. Además, IMDEA-Agua organizó durante cuatro días un taller en el que tanto, niños como mayores, pudieron ver cómo era el proceso de desalación mediante ósmosis inversa y sus características mientras bebían y degustaban el agua desalada.Jorge Arroyo habla sobre la desalinización a nivel mundial.Lo que hace que la desalación sea diferente es que hoy en día nos hace posible acceder a fuentes que anteriormente no eran factibles.Según Jorge Arroyo, ingeniero de la Agencia para el Desarrollo Hídrico de Texas, la desalinización del agua de mar y de la subterránea nos provee una nueva fuente de agua potable confiable en caso de sequías. Arabia Saudita y Australia han desarrollado proyectos de desalinización a gran escala que han permitido que se refine la tecnología. ¿Por qué no se debe beber agua de mar?Un radioescucha comentó, una vez escuché que el cuerpo humano tiene la misma proporción de sal que el agua de mar. Si es así, ¿por qué no debemos beber esta agua?En realidad, la concentración de sal en el cuerpo humano es de una cuarta parte de la que tiene el agua de mar. Al beberla, la concentración de sal en la sangre aumenta y causa deshidratación.Digamos que va a la playa y se toma un vaso de agua de mar. El agua salada llega al estómago y después se adentra al flujo sanguíneo, aumentando la concentración de sal en la sangre. Los riñones son el órgano encargado de filtrar la sangre y de desechar las toxinas a través de la orina, pero para desecharlas necesita eliminar cierta cantidad de agua. Entre mayor sea la cantidad de sal, mayor es la cantidad de agua que necesitan y por eso la persona se deshidrata. Así que si naufraga en alta mar, debe tomar agua de lluvia o comer pescado, el cual es una fuente de líquidos menos salados. ( Erika C. Montero)Amy Zander examina la desalinización y su posible impacto.La Dra. Amy Zander, de la Academia Nacional de Ciencias, habla de la desalinización que consiste en quitarle la sal al agua. En los Estados Unidos se desalinizará más en los próximos años debido a la creciente demanda.Amy Zander: Por siglos hemos convertido el agua marina en agua potable. La última tecnología es la osmosis inversa, que filtra agua salada a través de una membrana, pasa agua limpia por el otro lado y deja un concentrado de agua salada.Le preocupan el medio ambiente, el agua de mar, el agua dulce, los bancos acuíferos y la emisión de gases de efecto invernadero producidos por el enorme gasto de energía durante el proceso. Dice que no debemos depender de la desalinización. OBJETIVOS. Objetivos generales: Conocer los proceso más utilizados en la desalinización del agua de los mares y de los océanos para el consumo de los seres humanos. Objetivos específicos: -adquirir conocimientos sobre tratamiento que se le realiza al el agua que se encuentra no apta para el consumo humano. -obtener información sobre que se está haciendo para ayudar a utilizar ese porcentaje de agua que compone a nuestro planeta y que no es consumible para el ser humano. -ayudar con estos procesos de desalinización a los lugares en los cuales el agua potable es poca y es abundante el agua salada.