Nuestra Señora de Guadalupe es la advocación mariana más venerada en México. Según la tradición católica, la Virgen María se apareció en diciembre de 1531 a San Juan Diego, un indígena mexicano, en el cerro del Tepeyac, cerca de la ciudad de México. La Virgen le pidió que se construyera una capilla en ese lugar. Cuando Juan Diego mostró su tilma con la imagen de la Virgen ante el obispo Juan de Zumárraga, este se convenció del milagro.