El documento discute la controversia sobre los sistemas de contabilidad integrados. Argumenta que aunque la idea de la integración no es nueva, las tecnologías de la información han creado nuevas oportunidades para integrar la información de manera más eficiente. Señala tanto las ventajas de los sistemas integrados como las desventajas, como la dificultad de detectar errores. Concluye que los contadores pueden apoyar la contabilidad de gestión utilizando la tecnología de la información.