La educación es un derecho fundamental y una herramienta poderosa para romper el ciclo de la pobreza. Sin embargo, muchos niños en todo el mundo aún no tienen acceso a una educación de calidad. Debemos trabajar para asegurar que todos los niños, independientemente de dónde vivan o de su situación económica, tengan la oportunidad de desarrollar todo su potencial a través de una educación inclusiva y de calidad.