Celebrar los 25 años del encuentro de San Juan Pablo II con las etnias de América en Izamal, testimoniando la vida y luchas de los Pueblos Originarios con el apoyo del Magisterio y el acompañamiento pastoral de la Iglesia para mostrar la verdad de los compromisos que hemos realizado y preparar el “Ayate de flores” que ofrendaremos en la celebración de los quinientos años del acontecimiento Guadalupano