Dos niños, Rous y Noé, se prometieron estar juntos para siempre cuando eran pequeños. Cuando crecieron, los padres de Rous se mudaron lejos, pero prometieron reencontrarse. Años después, cuando Rous regresó, ellos se reencontraron y descubrieron que todavía se amaban. Decidieron casarse para cumplir la promesa que se hicieron cuando eran niños.