Este documento es un tributo a Willy Heinze Alvarado, el mejor amigo del autor que falleció en 2013. Willy padecía lupus desde los 8 años pero siempre enfrentó su enfermedad con valentía y una actitud positiva. A pesar de su frágil salud, Willy participaba en todas las actividades con sus amigos y los inspiraba a valorar cada día. El autor recuerda varias ocasiones en que él y otros amigos defendieron a Willy cuando otros se burlaban de su condición física, enseñándoles que no tolerar