Un viejo campesino llega al cuartel buscando a su hijo Manuel Zapata, quien es oficial del ejército. Los guardias no reconocen al hijo por su nombre, pero uno recuerda que es el nuevo oficial recién salido de la escuela. Cuando el padre pide ver a su hijo, el teniente Manuel Zapata se niega groseramente a recibirlo. El padre se va llorando y deja una gallina como regalo para los guardias, diciendo que a su hijo le gusta la pechuga.