2. - ¡Buenos días! – dice ella.
- ¡Buenos días! – responde él.
- ¿Qué tal la noche? ¿Estás cansado? – pregunta
ella.
- No. Estoy bien. – responde él.
- ¡Genial! ¡Voy a preparar la comida! – exclama
ella.
- ¿Tan pronto? – se asombra él.
Él se levanta de la cama, estira los brazos
desperezándose y alarga la mano para coger el
mando de la televisión. La enciende.
- ¡Conmoción en todo el mundo! – exclama el
presentador del telediario – ¡Los niños están
desolados!
- ¿Qué ocurre? – pregunta ella desde la cocina.
- No lo sé. Creo que ha ocurrido una desgracia. –
responde él mientras sube el volumen.
- ¡Es la primera vez en la historia! – continúa
diciendo el presentador – ¿Qué habrá podido
ocurrir?
El presentador conecta con colegas suyos en
varias ciudades del mundo mostrando a niños
llorando en sus casas.
- ¡Que Navidad más triste! – termina diciendo uno
de ellos.
- ¡¡¡Navidad!!! – exclama él, dirigiéndose a toda
prisa hasta un calendario – ¿¿¿Hoy es el día de
Navidad???
- ¡Sí, claro! – exclama ella – ¿No me digas que lo
has olvidado?
2
3. Él va corriendo al armario, coge sus pantalones,
su abrigo y su gorro rojo, y se viste a toda prisa.
- ¿¿¿No has repartido los regalos esta noche??? –
grita ella.
- ¿Dónde estás Papa Noel? ¿Qué te ha ocurrido?
– pregunta angustiado el presentador de la
televisión.
- Te diré yo lo que le ha sucedido: ¡¡¡SE HA
DORMIDO!!! – grita ella al televisor – ¡No me lo
puedo creer!
Papa Noel termina de vestirse, sale a toda prisa y
convoca una reunión urgente con los Elfos.
3
4. - ¡Tenemos que solucionar esto! ¡Id en busca de
los mejores magos de todo el mundo! –grita Papa
Noel a los centenares de miles de Elfos que se
han reunido allí.
En pocas horas se presentan ante Papa Noel:
hadas, duendes, ninfas del bosque, magos… y a
todos ellos les pide ayuda.
- Yo podría lanzar unos polvos mágicos sobre todo
el mundo para dormirlos mientras tú, Papa Noel,
repartes los regalos. – propone una hada.
- Yo podría hacer girar el mundo al revés para que
todos los relojes volvieran a marcar las diez de la
noche de ayer. – propone un mago.
- Yo podría proyectar un rayo desde la luna para
borrar la memoria de todas las personas. –
propone un duende.
- Yo podría…
- Un momento – interrumpe Papa Noel – todas
4
5. vuestras ideas son geniales, pero, no quiero
engañar a nadie. Tengo que asumir mi error.
Papa Noel se levanta, coge el teléfono y marca un
número.
- ¡Hola, buenos días, soy Papa Noel! Quisiera
hablar en su programa de televisión.
El presentador del telediario casi se cae de la silla
al oír estas palabras.
- Ehhhh… Sí, claro, por supuesto… ¿Cuándo?
- Ahora mismo y quiero que sea retransmitido por
todo el mundo.
Papa Noel cuelga el teléfono, se dirige a su trineo,
todavía cargado con los regalos, y sale volando
hacia el estudio de grabación. Todos allí le reciben
muy expectantes. Le hacen pasar hasta el plató,
Papa Noel se sienta enfrente del presentador y
5
6. empieza el programa.
- ¡Hoy, queridos niños, tenemos el inmenso placer
de contar con la presencia en el programa de
Papa Noel! Os puedo asegurar que es el
verdadero Papa Noel porque ha llegado hasta
aquí volando en su trineo. – empieza diciendo el
presentador.
- ¡Buenos días queridos niños! Ante todo quiero
pediros disculpas porque hoy es el día de Navidad
y os habéis despertado sin regalos. No quiero que
penséis que os he castigado o algo parecido. He
venido a contaros el motivo por el cual ayer no
repartí los regalos. Y el motivo es… que… me
dormí… sí… me dormí… Os pido disculpas. Todo
el mundo puede equivocarse, incluso yo. Y, ahora,
si me perdonáis, extended vuestras manos y
cerrad los ojos un minuto.
6
7. Todas las personas del mundo cierran los ojos,
incluidos el presentador y todos los que están en
el plató. Papa Noel sale corriendo y, con ayuda de
todos los magos a los que antes había pedido
ayuda, reparte en un minuto todos los regalos. Al
abrir los ojos todos encuentran un regalo en sus
manos y Papa Noel ya está sentado de nuevo
junto al presentador de la televisión.
- Recordad, admitir los errores es el primer paso
para mejorar. Y, sino, mirad cuál es mi regalo.
Papa Noel abre un regalo enorme y, dentro,
aparece un… ¡despertador!
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