El documento habla sobre la importancia de sembrar buenas semillas a través de la fe, el amor y la esperanza en Dios, y de recordar a aquellos en quienes se ha sembrado y los frutos que produjo, viendo la mano de Dios en todo ello. También aconseja sembrar buena semilla, desear buen fruto, regar con oración para ver los buenos resultados y sentir la recompensa del esfuerzo.