Unitario - Serie Fotográfica - Emmanuel Toloza Pineda
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1.
2. Conocieron, como pocos, los secretos de la selva. Supieron cultivar la tierra sin estropearla.
Viajaron sin perderse por un gigantesco laberinto de árboles y ríos. Fueron grandes, terribles
guerreros. Y también buscaron la perfección del alma y creyeron que con fe y sacrificio se
podía llegar a la Tierra Sin Mal, ofrecida por un dios cuyas creaciones habían sido el lenguaje
humano y el amor a los demás. Fueron, son, los guaraníes.
No obstante en la actualidad se pueden apreciar tan sólo unas pocas y casi imperceptibles
reminiscencias de todo aquel impresionante esplendor del pasado. Desafortunadamente la
realidad nos enseña unos pobres exponentes representativos de aquella riquísima cultura
que solo son capaces de brindarnos una vaga idea de la real importancia y trascendencia
cultural guaranítica.
¿Cual será la causa de tal situación? Todo apunta ni más ni menos que a una realidad que
condena a nuestra sociedad desde siempre, responde a la FALTA DE TOLERANCIA que la
misma ha mantenido ciegamente desde antaño
3. No fueron los únicos aborígenes que poblaron la alta Cuenca del Plata
( Paraguay, sudeste del Brasil y nordeste de lo que hoy es la Argentina). Tampoco estuvieron
aquí desde siempre; pero transformaron, con la influencia de su cultura y de su dulce idioma,
a otras poblaciones aborígenes, mestizas y criollas que siguen ocupando gran parte de la
Argentina, el Paraguay, el Brasil, Bolivia y hasta el Uruguay.
Los que saben de estas cosas cuentan que, hace más de mil años, los guaraníes iniciaron una
larga migración hacia el sur desde el corazón de las selvas sudamericanas: quizás desde la
meseta del Mato Grosso, donde se separan las aguas que se encauzan hacia el norte, hacia
las selvas amazónicas, y las que descienden hacia el sur, a la cuenca del plata; o quizás desde
más al Norte todavía.
Pero dejemos hablar a los guaraníes, ellos mismo nos contarán su origen.
4.
5.
6. Las mujeres cocinaban, tejían, hacían las cestas y las vasijas de cerámicas, cuidaban a los
niños, sembraban los, atendían cultivos, y cosechaban. Los hombres, cazaban, pescaban, y se
encargaban de las tareas más pesadas: desmontar para abrir campos de cultivos hacer canoas
y construir casas. Todas estas actividades requerían conocimiento y habilidades especiales.
Todos los hombres eran hábiles pescadores, pero solo le daba prestigio ser buenos
cazadores, porque eso exigía valentía para enfrentar a grandes animales, agudeza para
rastrear resistencia física y destreza con la flecha.
Cacique: figura principal que liberaba la aldea. se le rendía absoluta obediencia. En caso de
guerra, se designaban caciques generales que reunían varias aldeas bajo su mando. Se
trabajaba la tierra para ellos y se le construía la casa.
Guerreros: Formados desde pequeños en el arte de la guerra. Tenían un lugar preferencial
en la comunidad. Es probable que la denominación "Guaraní" sea un derivado de Guaraní,
que quiere decir "Guerrero".
7. Un huso para hilar algodón (grupo ava).
Las flechas eran de caña, con distintos
tipos de punta de madera: A y B,
arponadas, para pescar; C, para cazar
aves; D, para atrapar animales grandes.
8. El veneno de ciertas plantas permitía
matar a los peces sin hacer tóxica su
carne. En pocos minutos se podía recoger
los pescados con la mano.
un gran cesto para llevar cargas sobre la
espalda, calzando la manija en la frente.
9. Las tekoas o aldeas eran verdaderas
fortaleza rodeada por empalizadas dobles
y, a veces, fosos disimulados con el
interior erizado de estacas afiladas.
Protegido por esta defensas, se
levantaban entre cuatro y ocho casas
comunales o malocas, distribuida
alrededor de una amplia plaza donde
transcurría la vida social y la ceremonia.
10. La maloca, de unos cincuenta metros de
largo tenía armazón de tronco y estaba
techada con ramas y hojas de palmeras.
Podía albergar asta 200 personas
perteneciente a varias familia aparentada
entre si que formaba un mismo linaje o
tevy.
Las aldeas solían concentrar hasta 1000
persona y su cacique se denominaba
tuvichá. Para ganarse el derecho de
representar a toda la tekoa, el tuvichá
debía reunir tres condiciones: ser el mas
valiente, el mas generoso y el mas orador
de la comunidad.
11. Sus campos de cultivo estaban en el interior de la selva, a
resguardo de los vientos. El terreno elegido tenía que limpiarse;
los antiguos guaraníes despejaban la vegetación con precarias
hachas de hierro. Finalizado este duro trabajo esperaban dos o
tres meses hasta que la vegetación se secaba, y entonces la
quemaban.
Los campos de cultivo duraban no más de cinco años, porque las
lluvias arrastraban la capa fértil del suelo y –sin abono- éste dejaba
de ser productivo cuando la tierra “se cansaba” los guaraníes
cerraban la parcela y abrían otra. De ese modo los terrenos de
cultivo quedaban cada vez mas lejos de la aldea y se hacía difícil
protegerlos contra las aves, las hormigas y los saqueos de otros
aborígenes.
12. Extremo de una pala de madera usada
en la agricultura (grupo ava)
Cedazo para cernir harina de mandioca y
de maíz (diámetro original: 40 cm.)
13. Los guaraníes guerreaban frecuentemente. Una parte de estas guerras se iniciaban cuando,
en busca de tierras para cultivar, se mudaban grupos enteros y avanzaban sobre nuevas
zonas, chocando con los pueblos locales.
En la guerra, además de arcos y flechas, asaba unas mazas largas de madera pesada.
Tomaban prisioneros, y con muchos de ellos practicaban el canibalismo. Pero no comían
carne humana para alimentarse, sino por razones mágicas, porque esperaban así adquirir el
poder del alma y la fuerza de sus cautivos.
Dos serere con silbatos de madera
usados para señales durante la guerra y
la caza.
14. Las actividades principales eran la cerámica y la cestería. Moldeaban vasijas, usadas para
conservar bebidas; en las más grandes se inhumaba a los muertos (costumbres funerarias).
Otro elemento ritual: las pipas de cerámica.
En las ceremonias, los guaraníes usaban
adornos de plumas en los brazos, en los
tobillos y en la cabeza (como esta
diadema). A veces, las plumas se
pegaban directamente al cuerpo
Pipa de cerámica, con tubo de caña. El
humo del tabaco tenía muchos usos
ceremoniales y medicinales.
15. Las vasijas de cerámica más grandes
servían para guardar la chicha y también
para enterrar a los muertos.
16. La cestería estaba a cargo de las mujeres. Consistía en el entrelazado de
finas cortezas. Confeccionaban cernidores para tamizar productos,
canastos y estuches para flechas. En ceremonias, festivales y rituales de
curación utilizaban diversos instrumentos musicales, como las sonajas
(calabazas con diseños grabados a fuego) o la flauta de Pan (mimbay
retá).
Las fibras extraídas de las hojas del mbokaja (cocotero), eran torcidas
sobre los muslos desnudos para convertirlas en sogas, hilos y piolines.
Las raíces de karaguata (cardón), eran utilizadas en múltiples usos, hasta
para confeccionar tejidos. Las hojas del yvíra (cardo sin espinas), les
sirvieron para atar, hacer bolsos, redes y hamacas. Del piri (junco) y de
totoras hicieron cortinas, esteras, alfombras y otros enseres. Las tiras
extraídas de la raíz del guembepi, se usaban para hacer esterillas, redes,
gruesas cuerdas, aplicaciones ornamentales de otros trabajos y para
confeccionar yrupê (cedazo), u otros destinos. El mandyju (algodón),
proveía los más finos hilados. Aunque su cultivo, como el del pety
(tabaco), no se efectuaba en grandes escalas, la producción cubría sus
necesidades. La tacuara, en sus distintos tipos, takuára guaso, takuára-i,
takuarembo, takuapi y otros, fueron ideales para la cestería. Las hojas de
karanda´i (variedad de palmera), resistentes y durables, se utilizaron en
diversos usos.
17. Los dibujos utilizados en cerámicas, vestidos, mantas, vinchas, cesterías y demás, eran
sencillos y simétricos. Preferían colores negros con blanco; negro con marrón o todo rojo.
También, se pintaban objetos con fondo blanco o crema haciendo que resaltaran el color de
los dibujos, rojo o negro.
Todos eran de trazos simples, geométricos o tomados de la naturaleza, imitando los diseños
de la piel de las víboras u otros animales, flores o líneas descubiertas en los bosques.
Mediante la combinación de sustancias, obtenían la variación de colores de los dibujos.
18. Los dibujos utilizados en cerámicas, vestidos, mantas, vinchas, cesterías y demás, eran
sencillos y simétricos. Preferían colores negros con blanco; negro con marrón o todo rojo.
También, se pintaban objetos con fondo blanco o crema haciendo que resaltaran el color de
los dibujos, rojo o negro.
Todos eran de trazos simples, geométricos o tomados de la naturaleza, imitando los diseños
de la piel de las víboras u otros animales, flores o líneas descubiertas en los bosques.
Mediante la combinación de sustancias, obtenían la variación de colores de los dibujos.
19. Progresista y reprimida, rica y apasionante a la vez.
Sin duda la cultura guaraní ha sido una de las raíces
de mayor importancia en la historia de una gran
cantidad de sociedades latinoamericanas en la
actualidad. La misma encuentra sus orígenes en el
nacimiento, desarrollo y florecimiento de esta
cultura, que constituye todo un misterio para
algunos, pero es objetivo de intriga y de estudio
para otros.
En fin aquella civilización que una vez floreció en
un basto territorio geográfico latinoamericano no
ha transcurrido de forma desapercibida a través
del tiempo, sino muy por el contrario,
indudablemente ha dejado impresas huellas
imborrables.
No obstante, es lamentable el desamparo que
viven las parcialidades guraníes, por la destrucción
implacable de cosas irrecuperables y porque hasta
hoy la vemos perseguida por la indiferencia y un
abandono sin sentido.
20. * Diccionario Folklórico Guaranítico- Miguel Raúl López Breard- Moglia Ediciones.
* Guaraníes- A-Z Ediciones.
* Corrientes en el mundo Guaranítico -Dr. Félix Luna - Alemán Ediciones
* Leyenda cuentos y otros relatos- Diana Bulmenfeld Ediciones.
* Historia de los Correntinos y de sus pueblos- Amerinda Ediciones
* Lo que cuentan los Guaraníes-Miguel Ángel Palermo- Editorial Sudamericana
* Las antiguas costumbres Guaraníes- U.N.N.E.