La civilización maya se extendió entre los siglos III y XV en partes de México, Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras. Los mayas no constituían un estado unificado sino varias ciudades-estado independientes. Desarrollaron un complejo sistema de escritura y un preciso calendario. Destacaron en matemáticas, astronomía y agricultura. Creían en varios dioses y que el universo estaba dividido en tres partes. Su economía se basaba principalmente en la agricultura.