El documento discute cómo las empresas a menudo se retrasan en la adopción de nuevas tecnologías en comparación con los consumidores. Explica que cuando las empresas aún están ganando dinero con la tecnología obsoleta, su motivación para cambiar es baja porque supone un riesgo. Sin embargo, eventualmente las empresas tendrán que transformarse digitalmente si quieren seguir existiendo a medida que los consumidores cambian la forma en que interactúan y se comunican.
1. 2º día, “International Digital Business” Harvard University. Julio 2013. Soumitra Dutta.
¿Cómo la gente y la tecnología pueden convertir negocios antiguos en nuevos?
Un estudio muy reciente encargado por Ricoh, asegura que “el 63% de las empresas europeas
no están preparadas para la nueva era digital”. La pregunta es ¿por qué?.
Si nos fijamos en un sencillo dato comparado - el 57% de la población europea usa ya un
smartphone y se conectan a internet desde este dispositivo casi todos los días, un 64% en
España*; mientras menos de un 15% de las empresas europeas tienen su web adaptada al
móvil o han desarrollado una aplicación para este dispositivo- podemos ver que las compañías
van por detrás del consumidor en la adopción de la tecnología.
*La Sociedad de la Información en España, Fundación Telefónica, 2102.
Pero, ¿y por qué se produce este hecho?. Al fin y al cabo las empresas, ¿no están para ganar
dinero y para ello es sabido que tienen que centrarse en el consumidor?.
La respuesta nos la puede dar el gráfico de la página siguiente en el que se ve que cuando se
produce el paso de una época tecnológica a otra, la empresa está aún ganando dinero
utilizando el sistema tecnológico obsoleto .
2. Como la empresa sigue ganado dinero su motivación al cambio, a la adopción de la nueva
tecnología es baja. Supone un riesgo y en estos momentos está en una zona de confort, de
seguridad.
De hecho, pasar de un sistema tecnológico a otro puede suponer que en algún momento
tienen que bajar las ganancias por la inversión necesaria para hacer la transformación.
Esta es la principal explicación a la realidad que acaba de poner en evidencia el estudio de
RICOH, “el 67% de las empresas europeas no está a día de hoy preparada para hacer la
transformación digital”, aún cuando es otra evidencia que el consumidor ha adoptado la
tecnología y su forma de interactuar, de comunicarse, de informarse, de comprar y de
relacionarse con las marcas ha cambiado, y está cambiando, de forma drástica.
Y habrá un momento en que la empresa tenga que hacer esa transformación si quiere seguir
existiendo. A veces, puede que ese cambio lo haga demasiado tarde.
Sí, la empresa es consciente que el consumidor está cambiado sus hábitos de compra, y
empieza a desarrollar acciones que le permitan adaptarse a estos cambios. Pero lo hace de
forma tímida. Los objetivos y ventas del trimestre en curso son los que mandan. Por ejemplo,
en España según un estudio de la Asociación Española de Anunciantes, la web se utiliza
mayoritariamente para construir marca (un 42%). Sólo un 12% lo hace para captar clientes. No
se está aprovechando el potencial de internet.
Hace falta gente que vea esta foto. Que entienda que las ganancias de hoy no aseguran las
ganancias del futuro. Que estamos, no ante una época de cambios, sino ante un cambio de
época. Que el consumidor ha cambiando su manera de interactuar de forma drástica.
Enriqueciéndola. Y que la empresa tiene que poner los mimbres para mantener los beneficios
actuales y a la vez estar preparada para el futuro, ya presente.