El poema describe cómo la vida a veces nos sorprende de maneras positivas, haciéndonos felices como niños, invitándonos a salir y regalándonos sueños mágicos. La vida nos pasea por las calles y saca conejos de la chistera para alegrarnos, además de ofrecernos momentos que dejan sin palabras a quienes saben apreciarla, aunque a veces también nos juega bromas confusas.